Un estudio realizado por especialistas de la Clínica Mayo, indica que al realizar controles de presión en los pacientes en cada consulta médica, se aumenta el riesgo de sobrediagnóstico de la hipertensión. El doctor Gregory Garrison, autor principal del estudio, indicó que con frecuencia la presión se controla sin el procedimiento adecuado, y por esta razón las lecturas podrían resultar imprecisas, mientras que pacientes que padecen de la enfermedad podrían quedar en el rango de «más falsos positivos».

Para realizar este estudio se analizaron las historias clínicas de 400 pacientes, tomando en cuenta 68 historias de pacientes con hipertensión diagnosticada y 372 sin hipertensión. Al realizar un control de hipertensión en cada cita se diagnosticaron 68 casos de hipertensión, pero se detectó que en 110 casos podría darse un diagnóstico equivocado.

Para realizar un diagnóstico preciso de hipertensión se requieren condiciones específicas: el paciente debe estar en reposo por cinco minutos, y al momento del control debe estar sentado y con el brazo apoyado. Se debe considerar que la presión podría aumentar en el paciente por algunos instantes por distintos motivos, incluyendo el stress que produce la situación o el efecto «delantal blanco».

Al analizar la misma información pero concentrándose en un control anual por paciente, se identificaron a los 63 pacientes hipertensos y 67 falsos positivos, reduciéndose la cantidad de diagnósticos erróneos. En este estudio se redujo la cantidad de falsos positivos, pero también se perdieron 5 casos de hipertensión.

William Cushman, jefe de la Sección Medicina Preventiva del Centro Médico de Asuntos de los Veteranos de Memphis, Tennessee, indica que una pérdida de 5 casos en los controles anuales equivalen a un 7%, pero al realizar estudios en la población en general no sería adecuado realizar un diagnóstico errado en casi el 10% de la población. Adicionalmente Cushman señaló que los beneficios de un tratamiento se pueden ver entre seis meses a un año, por tanto esperar 12 meses entre cada control podrìa ocasionar efectos adversos.

Por su parte Garrison considera que dentro del rango de falsos positivos, controlar la presión con menor frecuencia y hacerlo con mayores cuidados, permitiría detectar algunos de los casos subdiagnosticados.

La Comisión Especial de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF, por su nombre en inglés) recomienda controlarse la presión una vez cada dos años si se tiene bajo riesgo o anualmente si se tiene alto riesgo.

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