El desarrollo de agentes hipoglucemiantes ha ayudado a controlar la glucemia en pacientes con diabetes tipo 2, pero algunos pacientes no responden al tratamiento con drogas. En esos casos se aplica además intervenciones nutricionales, que ayuden a mejorar la salud del paciente. Los tratamientos con dietas intensivas tienen muy buenos efectos en pacientes con diabetes tipo 2, pero este tipo de intervenciones ha sido dejada de lado en favor de las medicinas y drogas, pero en los casos en los que las drogas no son efectivas, se hace necesario conocer el nivel de efectividad de las intervenciones basadas en dietas. Gracias al tratamiento con dieta intensiva los pacientes lograron mejorar los niveles de hemoglobina glicosidada.
Un estudio realizado en la comunidad de Dunedin, en Nueva Zelanda, analizó los efectos de una dieta intensiva sobre una muestra de 93 participantes menores de 70 años, quienes habían sido diagnosticados de diabetes tipo 2 y un nivel de hemoglobina glicosidada [HbA(1c)] mayor a 7%, a pesar de contar con un tratamiento farmacológico. Adicionalmente los pacientes debían presentan alguno de los siguientes factores de riesgo: hipertensión, dislipemia, sobrepeso u obesidad.
El grupo de control recibió el tratamiento médico y las drogas habituales, mientras el grupo sometido a estudio recibió además un programa nutricional individualizado intensivo, de acuerdo a las recomendaciones establecidas por el European Association for the Study of Diabetes durante seis meses. Se estableció como principal medida de evolución el valor de HbA(1c), y como medidas secundarias se utilizaron medidas como el peso, índice de masa corporal (IMC) y circunferencia de la cintura.
Tras seis meses de seguimiento, se encontró una diferencia estadísticamente significativa en los valores de HbA(1c), así como en la reducción de peso y la circunferencia de la cintura. Adicionalmente se identificó en el grupo de intervención una reducción en el consumo de grasa saturada y un aumento en la ingesta de proteínas.
Los investigadores del Edgar National Centre for Diabetes and Obesity Research, de la Universidad de Otago, aseguran que las intervenciones nutricionales intensivas tienen la capacidad de mejorar los niveles de hemoglobina glicosidada y las medidas antropométricas de los pacientes diabéticos tipo 2 con glucemia no controlada, incluso bajo tratamiento farmacológico.
El estudio fue financiado por Health Research Council of New Zealand y Southern Trust, Nueva Zelanda.