Un equipo de investigadores demostró que la excreción combinada de sodio y potasio está asociado con un aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular(ECV), considerando que el efecto combinado de estos dos electrolitos es mucho más potente que el impacto logrado por su acción en forma aislada. Estudios realizados para Trials of Hypertension Prevention (TOHP), se seleccionó a un grupo de pacientes y se realizaron análisis seriados de los electolitos urinarios durante 18 meses (TOHP I) y durante tres años (TOHP II) para determinar la relación entre la excreción de sodio y potasio con la subsiguiente ECV.
Para el ensayo TOHP I se seleccionaron a pacientes entre 30 a 54 años, con una presión arterial normal alta (prehipertensión). Se analizó el impacto de tratamientos no farmacológicos para reducir la presión arterial. Se realizaron 4 intervenciones con suplementos, en dos etapas de 6 meses, cada una con un periodo de depuración farmacológica. Se realizó recolección de orina a los 6, 12 y 18 meses para las intervenciones de hábitos de vida y en cada una de las cinco visitas de seguimiento en las intervenciones sobre suplemento de nutrientes. Se aplicaron intervenciones en los hábitos de vida para lograr pérdida de peso, reducción del sodio, intervenciones en la suplementación de calcio, magnesio, potasio y aceite de pescado.
Para la experiencia TOHP II se realizaron evaluaciones sobre la pérdida de peso y reducción de sodio a una muestra de 1191 participantes, en un seguimiento a 3 años, estableciendo grupos únicamente para evaluar la reducción de peso, otro para la reducción de sodio, y un tercero de cuidado habitual que se utilizó para realizar una comparación en la evolución de los pacientes. Se incorporó en este grupo personas entre 30 a 54 años con un índice de masa corporal (IMC) que representa entre el 110% y 165% de su peso deseable, incluyendo ademàs una presión diastólica de 83 a 89 mm Hg y una PA sistólica menor a los 140 mm Hg sin utilizar medicación antihipertensiva.
Se tomaron como principales medidas de evaluación la aparición de ECV como accidente cerebrovascular, infarto de miocardio, cirugía de revascularización coronaria, angioplastia intraluminal coronaria o muerte por causa cardiovascular. Se realizó el seguimiento para ECV
Se observó una relación inversa entre el índice de excreción urinaria de potasio con la presencia de ECV, pero sin que ello represente una diferencia estadísticamente significativa, de igual forma se observó una tendencia en el aumento de ECV con el aumento de excreción de sodio, pero sin un impacto significativo en la muestra. Sin embargo, los investigadores indican que el incremento en el índice combinado de excreción de sodio/potasio tiene relación directa con el el riesgo de ECV, con resultados que son estadísticamente significativos y tienen un riesgo relativo de 1,24.