El síndrome de anorexia-caquexia (SAC) tiene una prevalencia alta, afectando a casi el 80% de pacientes que padecen de cáncer. La anorexia produce en los enfermos la pérdida del deseo de comer, mientras que la caquexia  se manifiesta como el consumo progresivo de la masa muscular esquelética y del tejido adiposo. Con la finalidad de minimizar o revertir el deterioro físico originado por el SAC se estudió el suministro de ácido eicosapentaenoico (EPA) y del docosahexaenoico (DHA), en cualquier formulación, como tratamiento para dichos pacientes, considerando las propiedades anti-inflamatorias y procurando mejoras en el peso y masa magra de los pacientes.

Para realizar el estudio se seleccionaron siete ensayos en los que participaron al menos 1319 pacientes, pero de este grupo de estudios solo uno evidenció un efecto positivo sobre el peso corporal del paciente, mientras que los seis restantes no mostraron efectos que resulten clínica o estadísticamente significativos en ninguna de las medidas de evolución bajo evaluación. El uso de ácidos grasos poliinsaturados no ha demostrado efectos positivos relevantes en las evaluaciones realizadas, no se lograron efectos significativos en las medidas de peso, masa magra, la sobrevida o calidad de vida de pacientes con cáncer y síndrome de anorexia-caquexia.