Cada vez más personas aceptan que la impresión que tenga un individuo acerca de su estado de salud en general, es un factor que se puede considerar como medida en la evolución de enfermedades cardiovasculares. Es por esta razón que se realizó un estudio para averiguar si las malas condiciones de salud, objetiva y subjetivamente determinadas, podían tener cierto nivel de influencia al momento de realizar un pronóstico de algunas enfermedades cardiovasculares.

Los investigadores seleccionaron estudios en los que se incluía a individuos mayores de 18 años, con insuficiencia cardíaca crónica o con coronariopatía en condición estable. Además estos estudios deberían determinar a través de instrumentos o por impresiones subjetivas de los pacientes recopiladas a través de cuestionarios. Se estableció como medida de evolución las tasas de mortalidad general y específica, así como también los episodios en los que fue necesario internar a los pacientes en los hospitales.

Para obtener la información se analizaron datos de 33 estudios en los que participaron más de 53 mil pacientes, mas el análisis de datos resultó un tanto complejo ya que las muestras de los distintos estudios podían variar radicalmente en número (88 de uno respecto a 8980 de otro), así como también se observaban distintos plazos en los periodos de evaluación que, variaban entre un mes y 10 años.

A partir del análisis de información de al menos 17 estudios,  en los que se evaluaba la relación del mal estado físico de los pacientes en relación con la posibilidad de desarrollar insuficiencia cardíaca, se descubrió que al menos 13 de los estudios identificaban una notoria relación entre el mal estado de salud del paciente y la tasa de mortalidad. De igual forma, 7 estudios evidenciaban la existencia de una estrecha relación entre el estado de salud del paciente y la posterior hospitalización, mientras que seis estudios realizaban una vinculación directa con los factores de hospitalización y mortalidad. Por otro lado, de 12 trabajos en los que se evaluó a sujetos sometidos a revascularización, al menos ocho indicaban que que existe un fuerte lazo entre este procedimiento y la  tasa de mortalidad de los pacientes.

En los estudios de insuficiencia cardíaca, 5 de 8 estudios confirmaron que el mal estado de salud mental constituye un factor de riesgo significativo de muerte y hospitalización, mientras que en los casos de coronariopatías 5 de 11 estudios mostraban un nexo entre las situaciones en las que los pacientes padecían de un precario estado de salud mental derivaba en una evolución negativa de la enfermedad del sujeto.

Los investigadores concluyen que en los casos en los que los pacientes padecen de insuficiencia cardíaca crónica o una coronariopatía estable, el mal estado general de salud está asociado con mucha frecuencia con un pronóstico adverso de la enfermedad. Sin embargo al considerar el caso de la salud mental, los resultados resultan contradictorios. La investigación revela además que se requieren estudios adicionales para identificar claramente las acciones a ejecutar para mejorar el estado sanitario general de los pacientes y ayudarles de esa forma a lograr una evolución más favorable.

Los investigadores interesados en este estudio puede solicitar mayor información a la Dra. S.S. Pedersen, Department of Medical Psychology, Tilburg University, PO Box 90153, 5000 LE Tilburg, The Netherlands