La infección por Helicobacter pylori ha sido considerado un factor de riesgo que conduce a sufrir gastritis atróficas crónicas . Sin embargo, los estudios epidemiológicos realizados hasta ahora han empleado parámetros dispares para determinar la presencia de esta forma de gastritis. Investigadores alemanes decidieron estudiar la relación entre el patógeno y la gastritis según el criterio adoptado para confirmar la presencia de enfermedad.

Los investigadores estaablecieron como principal medida de evolución la presencia de infección por Helicobacter pylori en enfermos con gastritis. Se identificaron cuatro diferentes procedimientos que habían sido empleados para determinar la presencia de gastritis en estudios de epidemiología clínica.

A partir del análisis de bases de datos, se identificaron 34 estudios en los que se definía la presencia de la gastritis por medio de gastroscopia con biopsia, con este procedimiento la razón de productos cruzados o razón de probabilidades (Odds ratio) alcanzó el 6,4. Otro grupo de 13 estudios que se basaban en la medición del pepsinógeno I sérico para determinar la presencia de la gastritis, arrojaron una razón de probabilidades de 0,9; cabe resaltar que al diagnosticar por este procedimiento la diferencia entre enfermos con infección por Helicobacter pylori y sin ella no alcanza a ser sginificativa..

En ocho estudios que se basaban en el análisis de una relación entre el pepsinógeno I y pepsinógeno II, la razón de probabilidades (OR) fue de 7,2. Otro grupo de 20 estudios en los que se evaluaba la presencia de gastritis mediante la aplicación combinada de los valores séricos de pepsinógeno I, así como la relación pepsinógeno I/pepsinógeno II, la vinculación volvía a resultar significativa, alcanzando un OR de 5,7.

Los investigadores identificaron cuatro diferentes procedimientos para diagnosticar la gastritis atrófica crónica. En los casos de gastritis confirmada mediante gastroscopia con biopsia se observó significativa relación entre la presencia de la enfermedad y la infección por el agente patógeno. Al realizarse la confirmación en función de los valores séricos de pepsinógeno I no surgía la existencia de una relación directa entre la infección y la enfermedad, pero cuando se realizaba el diagnóstico tomando en cuenta la relación entre pepsinógeno I y pepsinógeno II (por sí sola, o combinada con la observación de los valores séricos de pepsinógeno I), la vinculación entre Helicobacter pylori y enfermedad volvía a ser significativa.

Dirigir correspondencia a: Dr. M.N. Weck, Division of Clinical Epidemiology and Aging Research, German Cancer Research Center, Heidelberg, Germany.