A medida que aumenta la conciencia sobre la crisis climática, surge un nuevo desafío psicológico: la ecoansiedad. Un número significativo de personas, especialmente los jóvenes, afirman sentir angustia por el futuro del planeta.
Una notable encuesta internacional publicada en The Lancet Planetary Health en el año 2021 reveló que casi el 60 % de los jóvenes se sienten «muy o extremadamente preocupados», pero esta preocupación es solo una de las facetas. Los expertos explican que esta experiencia también puede manifestarse como un duelo ecológico por lo que se ha perdido, frustración por la inacción o un profundo sentimiento de culpa moral.
Estas interpretaciones enmarcan la ecoansiedad no como un trastorno, sino como una respuesta racional y empática a una crisis del mundo real. Para estudiantes de la Universidad de Missouri (Estados Unidos) como Ben Hughes, este sentimiento está presente desde hace años. «Sin duda, me preocupa la situación climática actual», afirma. «Desde pequeño me han inculcado que el cambio climático es real y que está ocurriendo».
Esta ansiedad se manifiesta de diferentes maneras. Para algunos, es un miedo omnipresente, como describe la alumna Kari Wichmann: «El cambio climático es algo que, sinceramente, me da miedo, sobre todo porque está empeorando con el tiempo. No parece que vayamos en la dirección correcta». Para otros, despierta un profundo sentimiento de culpa por el futuro. «También me hace sentir una extraña culpa», añade. «… Quiero tener hijos, pero no quiero traerlos a un mundo en el que el clima empeora constantemente. Creo que no es justo para nuestros futuros hijos».
Estos sentimientos suelen conducir a una sensación de impotencia. «A veces me siento impotente, porque no estoy haciendo mucho para mejorar la situación», admite Colin Conroy. Pero, ¿y si esta ansiedad pudiera transformarse en algo productivo? Ahí es precisamente donde entra en juego el proyecto RISE UP, que parte del principio de que la acción estructurada es el antídoto más eficaz contra la desesperación.
Este nuevo enfoque es crucial para combatir la creciente «fatiga climática», en la que el flujo constante de noticias alarmantes conduce a la desconexión emocional. En lugares como España, esto ha coincidido incluso con una caída del apoyo a las acciones para combatir el cambio climático. En respuesta, está surgiendo una nueva ola de comunicación en las redes sociales. Los creadores están logrando volver a involucrar al público alejando el discurso de la culpa y la catástrofe y utilizando un tono más humano, optimista y centrado en las soluciones. Este cambio exitoso pone de relieve la necesidad de iniciativas estructuradas que puedan proporcionar las herramientas para este nuevo enfoque.
El nuevo proyecto que pretende transformar la ecoansiedad
RISE UP es un proyecto europeo colaborativo diseñado para empoderar a los educadores y a los jóvenes. Coordinado por la compañía alemana Accreditation Council for Entrepreneurial and Engaged Universities (ACEEU), reúne a organizaciones con experiencia diversa para crear soluciones tangibles.
En lugar de limitarse a debatir el problema, el proyecto RISE UP crea herramientas concretas que abordan directamente los sentimientos de impotencia asociados a la ecoansiedad. La iniciativa crea recursos prácticos, como un «kit de herramientas» y una aplicación de evaluación para empoderar a las personas con medidas concretas. Más allá de estos recursos, RISE UP fomenta la acción colectiva a través de eventos atractivos en los que la energía de la ansiedad se puede canalizar directamente hacia la innovación y las soluciones compartidas para ayudar a combatir los miedos relacionados con el medio ambiente.
Al proporcionar herramientas, recursos y oportunidades de colaboración, RISE UP ayuda a cambiar la narrativa de la impotencia al empoderamiento. Ofrece a los jóvenes un marco para actuar, validando sus preocupaciones y mostrándoles un camino a seguir. El objetivo es ayudarles a sentirse preparados para afrontar el futuro.
Como concluye Wichmann, este cambio ya está comenzando. «Nosotros, como jóvenes, somos sin duda más conscientes de todas estas cosas. Y creo que está empezando a ser nuestro momento». Con iniciativas colaborativas y específicas como RISE UP, ese momento puede ser de resiliencia, innovación y cambio significativo.
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Fuentes: Majority of young people distressed about climate change, even during pandemic