El uso de fertilizantes en la agricultura está causando un tremendo problema en el océano. Los residuos químicos que se filtran en los ríos causan un explosivo crecimiento de algas en el océano, luego, cuando las algas mueren y entran en proceso de descomposición consumen el aire de ciertas áreas del océano, donde no puede desarrollarse la vida. Esta situación se repite en muchos puntos del planeta, pero con mayor intensidad en el Golfo de México, lugar en el que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos lanzó un plan para reducir la contaminación, pero sin lograr la meta trazada.
La EPA lanzó en el 2008 un plan para reducir las filtraciones de fertilizantes causadas por los agricultores. El Objetivo del plan era reducir en 45% la contaminación por nitrógeno, para restingir el tamaño de la zona muerta del Golfo de México a menos de 5000 metros cuadrados. Pero el año pasado la NOAA reportó que las zonas muertas abarcaban 13088 Kilómetros cuadrados.
Un reciente estudio indica que las acciones ejecutadas hasta el momento no son suficientes y se requeriría recuperar los pantanos en las zonas cercanas, y volver a conectar los ríos con sus cauces originales.
Eileen Mc Llellan, directora de la investigación, indicó en una nota de prensa que colocar pantanos de forma estratégica en una zona que es menor al 1% del área de plantaciones de la región, permitiría revertir la tendencia de pérdida de vida acuática, además de mejorar la resilencia de la zona para enfrentar inundaciones.
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