Un reciente estudio realizado por la Harvard School of Public Health (HSPH) revela que el uso de neonicotinoides en la industria agrícola daña a los enjambres de abejas, sobre todo durante los inviernos más fríos. El estudio replica a otro realizado en el 2012, en el cual el mismo grupo de investigación identificó un vínculo entre bajas dosis de imidacloprid, un insecticida ampliamente utilizado, y el Desorden de Colapso de Colonia (CCD por sus siglas en inglés), alteración por la que las abejas abandonan sus colmenas durante el invierno y eventualmente mueren. En esta oportunidad los investigadores además utilizaron bajas dosis de clothianidin, otro neonicotinoide que tiene el mismo efecto negativo.
Aunque otros estudios sugieren que la muerte por CCD puede estar relacionada a una reducida resistencia a parásitos o enfermedades, este estudio demostró que las abejas en las colmenas con CCD, tenían niveles casi idénticos de patógenos que el grupo de control, lo cual sugiere que los neonicotinoides influyen en el avance del CCD.
El profesor Chenseng Lu, director del estudio, manifestó: «Hemos demostrado nuevamente con este estudio, que los neonicotinoides son responsables por desencadenar el CCD en las colonias de abejas que eran saludables antes de la llegada del invierno».
El método
Lu trabajó estrechamente con el grupo de apicultores Worcester County Beekeepers Association, para llevar adelante el estudio en tres lugares distintos de Massachusetts, entre octubre del 2012 y abril del 2013. En cada lugar los investigadores separaron seis colonias en tres grupos, uno tratado con imidacloprid, otro tratado con clothianidin y otro sin tratamiento.
Los investigadores identificaron que todos los grupos tuvieron una constante caída en el número de abejas de la colonia al principio del invierno, algo que es típico en la región. Posteriormente, a partir de enero del 2013, se observó la recuperación de la población de la colonia en el grupo de control, pero los grupos de abejas tratados con neonicotinoides siguieron descendiendo. Al finalizar el experimento la mitad de las 12 colonias tratadas se habían perdido, mientras que en el grupo de control solo se perdió una colonia, al parecer afectada por un parásito intestinal conocido como Nosema ceranae.
Los investigadores indicaron que en este estudio tuvieron una pérdida del 50 por ciento de la colonia por CCD, mientras que en el estudio del 2012 las abejas de las colonias tratadas experimentaron una tasa de muertes del 94 por ciento, durante un invierno más largo que se produjo entre el 2010 y 2011, lo cual lleva a los investigadores a especular que los neonicotinoides en combinación con las bajas temperaturas pueden jugar un papel importante en el impacto del CCD.
En un estudio previo, presentado en este blog, Mark Floegel, investigador senior de Greenpeace señaló que: «algunos estudios de laboratorio indican que estos químicos afectan el sistema nervioso central de la Apis mellifera, produciendo desorientación, parálisis y la muerte de los insectos».
La muerte masiva de abejas se está produciendo en todo el mundo, y es un problema bastante grave. La revista Time tomó el tema como portada en agosto del 2013 y se publicó un artículo en la web, en el que se indica que un tercio de los alimentos que ingerimos llegan a nuestra mesa gracias a las abejas (http://time.com/559/the-plight-of-the-honeybee/).
Notas relacionadas:
http://blogs.funiber.org/medio-ambiente/2013/06/21/greenpeace-inicia-campana-para-salvara-a-las-abejas-en-eeuu
http://blogs.funiber.org/medio-ambiente/2013/05/02/establecen-prohibicion-de-plaguicidas-toxicos-para-las-abejas
Fuente:
http://news.harvard.edu/gazette/story/2014/05/colder-winters-add-to-colony-collapse/
Foto: Wikipedia