Hongos que ayudan a combatir el calentamiento global

Un estudio publicado por el Smithsonian Tropical Research Institute revela que algunos tipos de hongos, «en colaboración» con las raíces de los árboles juegan un rol esencial en el proceso de acumulación de carbono en el suelo. Los investigadores identificaron que los hongos micorrícicos (específicamente los Ectomicorriza y los Micorrizas ericoides) tienen la habilidad de alterar hasta en un 70 por ciento la cantidad de carbono que se acumula en el suelo. Una enorme contribución, considerando que el suelo captura carbono en forma masiva, incluso en mayor cantidad que las plantas y el aire juntos.

Las pruebas demuestran que en cualquier parte del mundo, en donde se encuentran estos hongos, el suelo contiene 70 por ciento más carbono que en aquellos lugares en los que el hongo no está presente. Este efecto no se ve alterado por las características climáticas del entorno, por tanto podría atribuírse a una acción directa de estos pequeños organismos.

Este ha resultado un gran descubrimiento para todos aquellos científicos interesados en el estudio del ciclo del carbono. «Este estudio muestra que los árboles y los agentes que generan descomposición están muy conectados a través de estos hongos, por tanto no se puede hacer predicciones acertadas acerca del ciclo de carbono sin estudiar cómo interactúan los dos grupos, necesitamos pensar de forma holística», dijo Adrien Finzi, investigador que tomó parte de este estudio y profesor de biología en la Universidad de Boston.

Simbiosis salvadora
El proceso funciona de la siguiente manera: el nitrógeno en el suelo alimenta a los pequeños organismos que descomponen los árboles muertos y liberan carbón en la atmósfera. Algunos hongos micorrícicos, que viven sobre las raíces de las plantas, extraen nitrógeno del suelo y lo convierten en nutrientes para los árboles, en este proceso liberan el suelo de nitrógeno, de forma que cuando la planta muere, retorna al suelo, pero se ralentiza su proceso de descomposición y se reduce la liberación de carbono.

La relación simbiótica beneficia a los hongos y a los árboles. La planta le proporciona al hongo carbohidratos bajo la forma de azúcares producto de la fotosíntesis, mientras que el hongo le permite a la planta mejorar la captación de agua y minerales, al mismo tiempo que ofrece defensa contra agentes patógenos.

Fuentes:
http://www.revista.unam.mx/vol.13/num7/art72/

http://www.stri.si.edu/english/about_stri/headline_news/news/article.php?id=1759

http://www.eurekalert.org/pub_releases/2014-01/stri-fmd010714.php

Foto Creative Commons:
http://www.stri.si.edu/english/about_stri/headline_news/news/article.php?id=1759