El planeta se acerca al punto de no retorno del calentamiento global

El hombre continúa contaminando el planeta emitiendo gases de efecto invernadero, y como consecuencia se ha incrementado la intensidad y frecuencia de muchos desastres naturales. Pero muy pronto el proceso de calentamiento cobraría más fuerza, pues la mayor temperatura que se hubiera experimentado en una región (entre 1960 y el 2005) se convertiría en la temperatura promedio, y a partir de ese momento las temperaturas superarán en esa región cualquier registro de calor previo al 2005, tornándose en la nueva temperatura normal. De acuerdo a una investigación realizada por la Universidad de Hawaii, en Manoa, este proceso se iniciará en el 2020 en Indonesia, luego en el 2023 Jamaica, el 2029 Nigeria, y posteriormente seguirán otras regiones hasta el año 2071.

Descargue el mapa de la investigación en este enlace:
http://www.soc.hawaii.edu/mora/PublicationsCopyRighted/Data.html

El estudio, publicado en la revista Nature, indica que la temperatura promedio del planeta alcanzaría el punto de no retorno en el año 2047, pero muchas ciudades experimentarán los efectos del punto de no retorno desde el 2020. La mala noticia es que muchas de las primeras ciudades que padecerán los efectos del incremento de temperatura, son a la vez las regiones que menos herramientas poseen para enfrentar el cambio climático. Ciudades de Asia, Centro América y África, experimentarán primero el látigo de fuego que hemos creado con el calentamiento del planeta.

Para considerar una región específica, se ha tomado a Lagos, en África, que alcanzará el punto de no retorno en el 2029. Esta ciudad, con una población de 21 millones de habitantes es vulnerable a las inundadciones y tiene solo 3 lustros para ejecutar estrategias que le permitan hacer frente al cambio.

Pero el cambio en el clima afectará también a la flora y fauna del planeta. El artículo de la revista Nature indica que este cambio de temperatura tendría potencialmente un impacto considerable en los sistemas ecológicos y sociales, por tanto, las especies afectadas podrían moverse hacia otras regiones, permanecer en el lugar y adaptarse, o extinguirse. Adicionalmente se destaca en la publicación, que los cambios en la distribución y concentración de especies en una región «incrementaría el riesgo de extinción, alteraría la estructura de la comunidad y alteraría las interacciones ecológicas y el funcionamiento del ecosistema».

Los científicos a cargo del estudio, liderados por Camilo Mora, han indicado que sus pronósticos son «conservadores». Pero hay una esperanza: si logramos reducir, al menos las emisiones de CO2, podríamos ganar algo de tiempo y el planeta alcanzaría el punto de no retorno hacia el 2069.

Reporte completo y presentaciones en PPT
http://www.nature.com/nature/journal/v502/n7470/full/nature12540.html

 

–Christian Palacios Romero