Los gases de efecto de invernadero son responsables directos por el calentamiento global. La actividad humana en general, y el consumo de combustibles fósiles en particular, han incrementado notablemente la producción de gases de efecto invernadero. “Las concentraciones de gases de efecto invernadero alcanzaron niveles récord pese a la desaceleración económica. Y, si no se hubieran tomado medidas para su reducción a escala internacional, habrían sido todavía mayores”manifestó Michael Jarraud, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El dióxido de carbono (CO2), el Metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O) son los gases que generan un mayor calentamiento del planeta, y sus concentraciones se han incrementado peligrosamente en las últimas décadas.

Todos los gases antes mencionados incrementan el forzamiento radiativo global, un parámetro que se obtiene al calcular la diferencia entre la cantidad de radiación solar que entra a la tierra y la que sale. El forzamiento positivo tiende a calentar la tierra y el negativo a enfriarla. Los gases actúan como una sutil capa que refleja la luz solar de vuelta a la tierra, elevando el promedio de la temperatura del globo.

El CO2 contribuye al 63,5% del forzamiento radiativo global, y durante los últimos 10 años se ha incrementado las emisiones de CO2 a un ritmo medio anual de 1,88%.  El metano contribuye con el  18,1% del forzamiento radiativo global, y desde 1750 la concentración de este gas se ha incrementado en 158% ; el 60% del metano liberado a la atmósfera es de origen humano, y se produce por actividades como la cría de ganado, el cultivo de arroz o la explotación de combustibles fósiles. Las emisiones de metano se mantuvieron estables entre 1999 y el 2006, pero entre el 2007 y el 2009 se pudo apreciar un pico en los niveles de emisiones de este gas. Una explicación para este repentino incremento podría encontrarse en el calentamiento del permafrost de regiones septentrionales, dando origen a la liberación de gran cantidad de metano.

El NO2 contribuye al 6,24% del forzamiento radiativo global, durante el 2009 se alcanzaron concentraciones de 322,5ppb, cifra que representa un aumento del 19% respecto de la era preindustrial.

Los halocarbonos son el origen del 12% del forzamiento radiativo, algunas sustancias como los clorofluorocarbonos (CFC) utilizadas como refrigerantes, han sido prohibidas a nivel mundial para proteger la capa de ozono, pero se está incrementando el uso de hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y los hidrofluorocarbonos (HFC),  gases que permanecen mucho más tiempo en la atmósfera.

Fuente:
Organización Meteorológica Mundial (OMM)

http://www.wmo.int/pages/mediacentre/press_releases/pr_903_es.html