La Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios HISPACOOP ha realizado un estudio para identificar los hábitos de consumo de las personas mayores en España. Para esta investigación se realizaron 1.200 entrevistas a personas de entre 65 y 80 años para identificar los hábitos de consumo de personas de segmentos conocidos como la golden age (65 a 75 años) y la grey age (75 a 90 años). Conocer el comportamiento de consumo de este grupo de la población es importante, porque en este momento representa el 24% del gasto total de familias españolas; además, de acuerdo a las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a mediados de este siglo la cantidad de personas mayores de 60 años se habrá duplicado, y quienes rebasen los 65 años superarían en número a la cantidad de menores de 5 años.
El tiempo corre, y en solo algunas décadas la sociedad tendrá que adaptarse a un incremento significativo de la población mayor. En este momento los adultos mayores sienten que la sociedad les da la espalda en muchos aspectos, siendo necesario estudiar sus necesidades para brindarles un mejor servicio como sociedad. Los perfiles en las personas mayores son muy diversos, dependen de muchos factores como el estado de salud de la persona, condición económica, tipo de hogar en el que está insertado, su nivel cultural y su nivel de conocimiento tecnológico.
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De acuerdo al estudio, en el 2013 las personas mayores realizaron un gasto promedio de 23.236 euros, sumando en total más de 118 mil millones de euros, que equivalen al 24% del gasto total de las familias españolas durante ese año, pasando el gasto de las personas mayores del 18% en el 2007 al 24%. Los datos proporcionados por el estudio indican que los mayores de 65 destinaron el 41% de su presupuesto a gastos relacionados al hogar como vivienda, agua, electricidad, el gas y otros combustibles. El 17% de su gasto lo destinan para alimentos y bebidas no alohólicas y el resto se reparte en varias partidas que podrían ser ordenadas como: transporte, hoteles, cafés y restaurantes, mobiliario y equipamiento del hogar, otros gastos de mantenimiento de la vivienda, salud, ocio y cultura.
Las personas que participaron del estudio perciben que se está produciendo un empobrecimiento generalizado de los jubilados. Aquellas personas mayores de 65 años, cuya fuente de ingresos es la pensión de jubilación, se han visto obligadas a privarse de la compra de algunos productos o servicios para poder cubrir áreas que ellos consideran fundamentales.
Se pudo identificar que el 65% de las personas mayores priorizan el gasto en salud y cuidado personal, el 53% prioriza la alimentación, y en tercer lugar el 51% considera la vivienda y suministros básicos.
Alexandre Kalache, el exdirector del programa de Envejecimiento Activo de la OMS, señala que los ancianos no suponen una carga económica para la sociedad; todo lo contrario, pueden desempeñar un papel positivo como consumidores activos.
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Fuente:
http://revista.consumer.es/web/es/20150301/actualidad/tema_de_portada/78109.php