La sociedad actual hace uso intensivo de la tecnología, y las formas de comunicación están cambiando rápidamente. Los ancianos son parte del segmento de migrantes digitales y requieren un entrenamiento especial porque la mayoría de ellos no han tenido mayor contacto con computadoras u otros elementos tecnológicos. En una sociedad que hace uso intensivo de herramientas tecnológicas las personas que no hacen uso de computadoras corren el riesgo de ser excluídas. Para familiarizar a los ancianos con las nuevas tecnologías se desarrolló con éxito un proyecto conjunto entre la Secretaría de Desarrollo Social del Municipio de Tandil y la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Para ejecutar el proyecto,en mayo del 2008 se implementó un Centro Tecnológico en las instalaciones del Centro Comunitario Metalúrgico, con la finalidad de brindar servicios a distintos grupos etarios. Se utilizaron 12 computadoras recuperadas, con una configuración especial para formar un Ambiente de Aprendizaje Tecnológico (AAT), generando un espacio especial de aprendizaje para los ancianos.
Participaron más de 80 adultos mayores de la comunidad del barrio Metalúrgico. Se brindó entrenamiento para que los ancianos sean capaces de crear blogs para tratar temas como nutrición, salud o exparcimiento, se fomentó su participación en grupos, comunidades virtuales o insertarse en redes sociales.
Se identificó que los adultos mayores se beneficiaron de la interacción en Internet, incluso fuera de los ambientes de entrenamiento, pues muchos se preocuparon por comprar computadoras y adquirir una conexión a Internet.
Se reportó que el uso de Internet les permitía mantener una vida social activa utilizando herramientas tecnológicas, además de permitirles ahorrar tiempo en trámites, consultas por jubilación o realizar pagos de impuestos o servicios sin salir de casa.
La experiencia proporcionó ciertos beneficios a personas mayores que sentían que habían perdido espacios de inserción social, como consecuencia del retiro de la vida laboral. Además les proporciona una salida para ocupar su tiempo libre y sentirse activos.
Las encuestas que se realizaron antes y después del estudio, muestran que los ancianos disfrutan de «aprender con la tecnología» y demostraron interés en aprender, pues la tasa de asistencia a los curso fue alta.
Los investigadores a cargo del proyecto indicaron que «estos procesos de intervención apuntan al mejoramiento de la calidad de vida y favorecen las relaciones intergeneracionales. Además de fomentar nuevas construcciones colectivas de conocimiento, permiten la promoción de derechos y la inclusión social de los Adultos Mayores».
Fuente:
http://www.unicen.edu.ar/content/educaci%C3%B3n-tecnol%C3%B3gica-para-la-integraci%C3%B3n-social-de-los-adultos-mayores