La desinformación, una amenaza creciente para las democracias y la sociedad, ha encontrado en las escuelas un espacio clave para combatir su impacto. En un mundo donde los adolescentes pasan más de cuatro horas diarias frente a pantallas, la alfabetización mediática se posiciona como una herramienta esencial para fomentar el pensamiento crítico y garantizar el derecho a una información veraz.
Alfabetización mediática: una competencia transversal
En Europa, la alfabetización mediática no suele ser una asignatura específica, sino una competencia transversal integrada en diversas materias. En países de habla hispana, aunque no existe una asignatura dedicada exclusivamente a este tema, se incluyen elementos de alfabetización mediática en los currículos educativos. Este enfoque busca preparar a los estudiantes para interpretar, contrastar y consumir información de manera crítica.
En España, iniciativas como AulaCheck y (In)fórmate destacan por su enfoque práctico. AulaCheck, por ejemplo, invita a los estudiantes a crear un periódico digital, mientras que (In)fórmate promueve el espíritu crítico entre adolescentes mediante actividades dinámicas y participativas.
Colaboración entre periodistas y docentes en alfabetización mediática
La colaboración entre periodistas y el sistema educativo ha dado lugar a programas innovadores como Desenreda en Andalucía y La Prensa en mi Mochila en Málaga. Estas iniciativas buscan acercar el periodismo a las aulas, enseñando a los estudiantes a identificar bulos y contrastar fuentes.
Un caso destacado es el programa inFORMADOS, implementado en Castilla y León desde 2022. Este proyecto, desarrollado en colaboración con periodistas profesionales, ha llegado a más de 1.000 estudiantes de secundaria. Las actividades incluyen desde la creación de contenido digital hasta debates y simulaciones de ruedas de prensa, todo diseñado para dotar a los jóvenes de herramientas prácticas contra la desinformación.
El rol transformador de la alfabetización mediática en la educación
El consenso en Europa es claro: el periodismo no solo debe informar, sino también formar. La alfabetización mediática se presenta como una herramienta educativa esencial, tan importante como las matemáticas o las ciencias. Sin embargo, aún queda camino por recorrer para que estas iniciativas dejen de ser complementarias y se conviertan en un componente integral del currículo educativo.
La Ley de Protección de Datos y Garantías de Derechos Digitales de 2018 en España reconoce el derecho a la educación digital, subrayando la urgencia de enseñar a distinguir lo cierto de lo falso desde las aulas. La pregunta no es si debemos hacerlo, sino cuándo daremos el paso definitivo.
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Fuentes:
The Conversation: Así pueden los periodistas luchar contra la desinformación desde las escuelas