Claves sencillas para estudiar en la edad adulta

Estudiar en la edad adulta siempre es una buena decisión que requiere de una estrategia y planificación para alcanzar los resultados esperados.

Existe un pensamiento generalizado sobre la dificultad aumentada de estudiar en edad adulta que en muchas ocasiones frena a las personas a intentarlo.

La longevidad nos permite tener una mejor visión de nuestras dificultades, pero caemos en la trampa de justificarlo con la edad.

Esta premisa ocurre cuando desconocemos las fórmulas para mejorar el estudio y lo achacamos a factores no controlables.

En línea con lo anterior, mediante tres pasos se puede estudiar a cualquier edad adulta y hacerlo de forma exitosa.

Analiza la situación

A través de una serie de preguntas puedes descubrir cuáles son las debilidades reales a la hora de estudiar.

  • ¿Soy consciente de que estudiar bien es una habilidad que se aprende?
  • ¿Conozco técnicas para estudiar adecuadamente el material?
  • ¿Tengo una estrategia de estudio definida?
  • ¿Dispongo de objetivos a corto y largo plazo en relación con mis estudios?
  • ¿Tengo un hábito de estudio definido o sé cómo puedo crearlo?

Las obligaciones personales y familiares son razones que nos obligan a tener que planificar mejor el estudio adaptándolo a nuestras circunstancias, pero sin caer en el error utilizarlo como excusa para no estudiar.

Saber usar los materiales de estudio y asumir el esfuerzo para aprender son otros factores en los que poner atención.

Reconoce tus fortalezas

Por otro lado, estudiar durante la edad adulta apareja ventajas de las que en muchas ocasiones no somos conscientes. Reconocer la motivación y el interés es fundamental para descubrir tus posibilidades.

  • Con la edad se gana una mayor conciencia de lo que haces y por qué lo haces que aquellos jóvenes que salen sin reflexionar de la dinámica colegio-instituto-universidad.
  • Tienes las ideas más claras y tu decisión de empezar a estudiar o retomar los estudios está fundamentada en un proceso de reflexión más profundo.
  • Un mayor interés por lo que vas a estudiar. A una edad temprana se sigue una inercia porque “es lo que toca».
  • Más conciencia de lo que quieres a largo plazo basada en tu experiencia.
  • Una decisión mejor fundamentada y enmarcada en un proyecto de futuro más sólido.

Ejecuta acciones sobre elementos que sí puedes controlar

En consecuencia, puedes utilizar una serie de recursos para fortalecer tu rutina en la vuelta a estudiar.

  • Técnicas de estudio.
  • Planificar el año académico.
  • Elevar los niveles de concentración.
  • Gestionar bien el tiempo.
  • Desarrollar un hábito de estudio.

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Fuente: 3 Claves Fáciles para Estudiar en Edad Adulta. | Técnicas de estudio | METAaprendizaje

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