El secreto del sistema educativo en Finlandia

Desde que empezaron a realizarse evaluaciones internacionales sobre los sistemas educativos en el mundo, en el año 2000, existe un interés generalizado por entender el secreto del sistema finlandés, que coloca sus alumnos en primer lugar en una escala mundial.

De acuerdo con el analista Pablo Zoido, especialista en evaluaciones Pisa de la OCDE, existen varios motivos que llevan a Finlandia a ese posicionamiento. El primero es que su modelo educativo es muy inclusivo, porque no se hace una selección de los estudiantes. El 90% de las escuelas son públicas y los niños son matriculados, por ley, en la escuela más cercana de sus casas, lo que evita la segregación social.

Además, comienzan la escolaridad básica a los siete años. Antes, están con los padres y solamente en el año anterior a la entrada en la escuela, hacen un año de educación preescolar obligatoria, realizada en jardines infantiles o en la casa de educadores certificados, donde se realiza únicamente una estimulación precoz de la socialización. Una vez en la escuela, permanecen apenas cinco horas por día, disfrutan tres meses de vacaciones y llevan pocas tareas a casa.

De forma complementaria, la académica finlandesa Emilia Ahenjärvi afirma que, dentro de la escuela, el ritmo de cada niño es respetado. “Para nosotros es muy importante la atención especial a aquellos que necesitan de más ayuda. Por eso, tenemos un equipo de apoyo que trabaja con ellos dentro de la clase, desde el inicio. Eso hace que nadie repita de año, lo que afectaría su autoestima”.

Otro factor fundamental es la importancia que se da al maestro, siendo uno de los cursos más difíciles y exigentes, tanto lo es que apenas el 10% de los que quieren ser profesores consiguen entrar. Según Tony Wagner, Doctor en Educación e idealizador del documental El Fenómeno Finlandés, “cuando un país decide colocar la educación en primer lugar tiene que tomar determinadas medidas, como cerrar el 80% de las escuelas de pedagogía y dejarlas solamente en las universidades de élite. Así se puede estar seguros que únicamente los mejores pueden llegar a ser profesores, y debido a su formación intelectual, no necesitan un proceso externo de evaluación”.

El modelo finlandés valora también el trabajo por proyectos y los objetivos de su aprendizaje no son medidos por las materias aprendidas, sino por la constante interacción de estos contenidos con otros aspectos, como la socialización o la resolución de problemas. Pero todo eso no es resultado del mero acaso. El parlamento finlandés pasó diez años debatiendo que tipo de educación era necesaria para el país.

De acuerdo con Emilia Ahenjärvi, “probablemente nuestro secreto es la confianza. Acreditamos que la escuela más cercana a nuestra casa será buena, que el profesor sabrá enseñar y que el niño aprenderá. Vi que eso no sucede en otros países, que siempre necesitan hacer rankings, para saber que alumno, que profesor y que escuela es mejor. Las pruebas segregan y no son la solución”.

Tony Wagner complementa diciendo que Finlandia fue el país que entendió antes de todo el mundo que la era del conocimiento acabó, que ya no es necesario saber más que la persona al lado, porque esa persona puede encontrar todo por Internet. “Vivimos en la era de la innovación, en que necesitamos saber aplicar lo que sabemos. Eso es lo que lleva a aprender”, concluye.

Pero el sistema educativo más visado del mundo también presenta desafíos. Actualmente intenta encontrar maneras de manejar la inmigración y la diversidad cultural en sus escuelas, sin abrir espacio para la discriminación. En la mayoría de las escuelas, los alumnos inmigrantes no llegan al 5% del número total, pero así mismo algunos padres ya empiezan a solicitar el cambio para otros centros. Frente a la posibilidad de debilitar el sistema, el sindicato de profesores está analizando incluso la necesidad de establecer un porcentaje máxima de alumnos inmigrantes por escuela.

Para enfrentar ese desafío, el gobierno finlandés pretende fortalecer aún más el papel de los profesores, por medio del aumento de su motivación y de la realización de propuestas formativas. En ese sentido, el Máster en Educación de FUNIBER ofrece a sus alumnos la oportunidad de tener una formación multidisciplinar para ayudar a enfrentar ésos y otros desafíos educativos.

Fuentes: http://fnbr.es/1e7, http://fnbr.es/1e8

Imagen: Algunos derechos reservados a Phil Roeder / Flickr