La economía circular es una solución para hacer frente a los desafíos globales, entre los que destacan el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación.
El interés global por la protección del entorno ha experimentado un constante aumento en los últimos años y este impulso parece estar consolidándose aún más en 2023, especialmente gracias a los resultados positivos observados durante la pandemia. Una de las estrategias clave para avanzar en esta dirección implica la implementación de la economía circular, tanto en los hogares como en las empresas a lo largo de sus cadenas de suministro.
El informe «Las 10 Tendencias Globales de Consumo en 2023», elaborado por Euromonitor International, revela que las organizaciones están adoptando medidas para ayudar a los consumidores conscientes del medio ambiente a ahorrar dinero y, al mismo tiempo, contribuir al rescate del planeta.
Dos datos relevantes se destacan en el estudio realizado entre profesionales empresariales: el 45% de ellos afirmó que invertir en iniciativas de sostenibilidad es una prioridad estratégica para sus empresas en los próximos cinco años, mientras que el 41% consideró que el mayor desafío radica en la reticencia de los consumidores a pagar más por productos sostenibles.
La Economía Circular
La economía circular emerge como un enfoque sistémico para abordar problemas globales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la generación de residuos y la contaminación. Según la Fundación Ellen MacArthur, se trata de desconectar la actividad económica del agotamiento de recursos finitos y eliminar los residuos desde la etapa de diseño.
Este enfoque se sustenta en tres principios fundamentales: eliminar residuos y contaminación, mantener productos y materiales en circulación a su máximo valor y regenerar la naturaleza. El objetivo principal de la economía circular es conservar el valor de los materiales y productos durante el máximo tiempo posible, evitando que una gran cantidad de desechos vuelva a la naturaleza y promoviendo su reintegración al proceso productivo para su reutilización.
Cadena de Suministro Sostenible
Para avanzar hacia una economía más sostenible, es esencial que las cadenas de suministro adopten prácticas respetuosas con el medio ambiente y socialmente responsables. Esto implica minimizar los impactos negativos en el medio ambiente y en la sociedad, como el consumo de agua y energía, la contaminación, las condiciones laborales de los empleados, la biodiversidad y el uso de la tierra.
El informe «El Camino hacia una Cultura de Circularidad en Latinoamérica: Regeneración desde la Cadena de Suministro hasta el Hogar», elaborado por CHEP, resalta cinco aspectos cruciales para una cadena de suministro sostenible: la reducción de las emisiones de carbono que contribuyen al cambio climático, la gestión eficiente de la energía, la promoción de la diversidad e inclusión en los proveedores, una mejor administración de los residuos y el final del ciclo de vida de los productos, y el fortalecimiento de las relaciones con la comunidad.
A pesar de los avances en la adopción de prácticas más sostenibles, uno de los principales desafíos sigue siendo el costo de los productos sostenibles. Según el estudio de Euromonitor, los minoristas y fabricantes deberán ajustar sus precios para acercarlos a los de las marcas convencionales y fomentar una mayor adopción por parte de los consumidores.
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Fuente: Economía circular y cadena de suministro sostenible, estrategias a favor del medio ambiente
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