De acuerdo a una nota publicada en Nature Geoscience, la contaminación del aire con partículas finas reduce la cantidad de luz que ingresa en el océano, afectando la fotosíntesis de las algas unicelulares que constituyen el alimento de los corales y al mismo tiempo reduce la temperatura del agua que les rodea, ralentizando su crecimiento. Lester Kwiatkowski, líder del equipo que realizó la investigación, indica que el trabajo que realizaron es el primero en demostrar una relación entre el crecimiento del coral y la concentración de partículas contaminantes en la atmósfera. Es importante para el planeta que no se altere la vida de los corales, porque en dichas formaciones se refugian y desarrollan hasta un 25% de las especies marinas del mundo.
La situación es grave, porque al fenómeno del oscurecimiento global se suma la acidificación de los océanos, un fenómeno que causa una caída en el PH de los corales y su muerte. El oscurecimiento global, o reducción de la cantidad de rayos solares que llega hasta la superficie terreste (o superficie marina en este caso) se produce cuando partículas de elementos contaminantes como el CO2 modifican la estructura de las nubes, e incrementan su poder para reflejar la luz del sol, tornándolas virtualmente en «espejos» que retornan la radiación solar al espacio. Muchos de los efectos del oscurecimiento global los explicamos en una nota anterior sobre el tema.
Un equipo de científicos del Reino Unido, Panamá y Australia, trabajaron para desarrollar un estudio sobre los efectos de los aerosoles volcánicos y de origen humano a lo largo del siglo XX. Los investigadores recurrieron al análisis de esqueletos de coral, a los estudios hechos en buques y a simulaciones de modelos climáticos. Tras analizar los datos obtenidos, los especialistas descubrieron que aunque los corales se desarrollan bajo la superficie marina, su crecimiento se ve afectado por la concentración de contaminantes presentes en la atmósfera terrestre.
El peligro de la acidificación
Las emisiones de CO2 de origen humano están provocando, además del oscurecimiento global, la acidificación de los océanos, un fenómeno que dificulta la calcificación de las conchas de los animales marinos y causa la muerte de los corales.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Miami y los institutos Australiano de Ciencia Marina y Max Planck de Microbiología Marina, de Alemania, de desarrolló un estudio en el que se indica que la acción del CO2 produce un aumento de las burbujas emitidas por los corales, lo cual generaría que el PH de estos organismos se reduzca de 8.1 a 7.8 hacia finales de siglo. Pero la gran advertencia radica en que cuando los corales lleguen a 7.7 dejarían de desarrollarse, afectando a la biodiversidad que se alberga en dichas formaciones.
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http://blogs.funiber.org/medio-ambiente/2013/03/10/el-impacto-del-oscurecimiento-global/