Los drones, ¿Solución o problema?

Los drones son aparatos voladores no tripulados que pueden ser controlados en forma remota. Nadie se esperaba que estos aparatos acabaran sobrevolando por encima de nuestras cabezas ya sea con motivo de vigilancia o a la entrega de un paquete, pero todo esto que antes se veía como ficción ahora ya es una realidad.

Desarrollados y puestos en servicio hace unos años, los drones se crearon con fines militares pero pueden ser usados para múltiples cosas que las personas no pueden o no quieren hacer, o simplemente son demasiado peligrosas como la exploración o la limpieza de residuos tóxicos.

También son extremadamente útiles para el control de incendios forestales y para sectores distintos como son la geología, la agricultura o la construcción. Los drones pueden servir para el control y análisis de tráfico en las grandes ciudades, por ejemplo, ya que son muy económicos de operar, prácticamente no requieren de combustibles para su operación y no ponen en peligro las vidas de quienes lo pilotean.

 

Drones y el trabajo que las personas no quieren hacer
En el caso de desastres acontecidos en centrales nucleares como el ocurrido en Fukushima (Japón) es necesario realizar la limpieza de los materiales radiactivos liberados al aire. Los drones pueden cumplir con esta responsabilidad sin comprometer de modo alguno la vida humana. Lamentablemente para la fecha en que ocurrió el desastre en Japón, esta tecnología todavía no estaba muy desarrollada, sin embargo se han utilizado drones como el T-Hawk para tomar fotografías del estado en que se encontraban los reactores y facilitar el trabajo humano.

La utilización de este T-Hawk fue crucial para obtener una vista detallada del estado del interior del reactor y otros datos con los cuales han podido estimar los daños producidos y así elaborar un plan de limpieza y contención de futuras fugas. Cabe destacar que todos estos informes no se hubieran podido lograr de otra forma, ya que para los seres humanos es imposible sobrevivir a este nivel de radiación.

Ética  sobre  el uso de los drones
Cualquiera con el dinero y el conocimiento necesario puede adquirir un dron, y utilizarlo como mejor le plazca.

Esto en definitiva es muy peligroso, ya que al no haber registros de vuelos, ni permisos de ningún tipo para su utilización, se pueden realizar actos que pueden ser muy peligrosos, sin dejar rastros debido a la propia naturaleza del dispositivo, pequeño y silencioso.

En el ámbito privado, la utilización de un dron permite finalidades ilegales como, por ejemplo, espiar, por lo cual las autoridades no pueden actuar en concreto sobre estas prácticas. Sin embargo, el peligro real de hacer mal uso de un dron no se encuentra tanto en lo que se podría hacer con ellos, sino en el riesgo de que pudieran caer, al estar controlados por personas que no tienen el control adecuado, además aquellos casos de personas que no mantienen al aparato en un estado en que no represente un peligro para los demás.

Por Jorge Cueto

Fuente: http://fnbr.es/3ci, http://fnbr.es/3cj

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