El fabricante de routers TP-Link, a través de su director de productos en Brasil, Fábio Appel, señaló que la previsión de un consumo de routers Wi-Fi de alta velocidad en el país es de cinco años. La expectativa de Appel se fundamenta en experiencias anteriores, cuando la reducción del coste de los productos con tecnología Wi-Fi N en el pasado permitió la popularización de los routers.
“En ese momento, la tecnología que, en su época, se lanzó por 400 reales, en un entorno económico distinto, tuvo una reducción de hasta ocho veces el coste de producción, haciéndose popular el estándar Wi-Fi N. En otras palabras, el producto se convirtió en común en cinco años, alcanzando un precio de entrada para el usuario final”, dijo Appel en una entrevista a la revista digital INFO.
La empresa debe lanzar este año un aparato Archer C3200 con procesador de doble núcleo de 1 GHz, que funciona junto a tres coprocesadores. Los componentes permiten el funcionamiento de la tecnología tribanda (bandas que permiten la conexión a varios dispositivos a la red) y ofrecen una velocidad de hasta 600 Mbps en la frecuencia de 2,4 GHz y hasta 1300 Mpbs en cada una de las dos bandas de 5 GHz.
La empresa espera con el producto competir con el router de D-Link, el AC3200 Ultra, que viene con seis antenas y tiene un aspecto de un dispositivo drone. Con el router de D-Link, sumándose todas las frecuencias es posible una velocidad total de 3,2 Gbps.
Necesidades de consumo
En el ámbito doméstico, ¿es necesario tener un router de alta velocidad? Por ejemplo, para estudiar los cursos de FUNIBER, es satisfactorio con un router Wi-Fi N en el hogar. Pero, como afirma Fábio Appel, si el plan es de banda ancha de 20 megas o fibra óptica, será necesario contar con un router estándar AC para aprovechar la velocidad de Internet contratada.
De acuerdo con la consultora Pyramid Research, se estima que el Internet por fibra óptica deberá alcanzar 11,8 millones de accesos en América Latina en los próximos años, cinco veces más que en 2013.
Los routers estándar N funcionan con una frecuencia de 2,4 Ghz. Uno de los problemas es la interferencia de otros productos como podría ser un teléfono inalámbrico e incluso un microondas para la transferencia de datos. Sin contar los routers cercanos, de vecinos, por ejemplo, que pueden interferir y obstaculizar la señal de Wi-Fi.
Aunque impide las interferencias, los routers con frecuencia 5 GHz tienen alcance más limitado que los de 2,4 GHz. Como la frecuencia de la onda es más grande, la longitud es más pequeña y más susceptible a la refracción, difracción y reflexión, en el caso de existir barreras físicas en el ambiente como paredes de hormigón, por ejemplo.
Fuente: http://fnbr.es/14v
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