Sueño de calidad ayuda en el desempeño profesional

Dormir bien significa productividad. Además de la disposición, una buena noche de sueño permite que el cuerpo tenga mayor concentración, memoria, equilibrio emocional y objetividad. Todas las funciones necesarias para un buen desempeño en el trabajo.

Antes de la invención de la energía eléctrica, las personas solían dormir en dos turnos, y mucho más de las ocho horas recomendadas de los tiempos modernos. El trabajo definió las horas de sueño, y después de la Revolución Industrial, dormimos cada vez menos.

Una investigación realizada por la International Stress Management Association (Isma-BR) reveló que el promedio de las jornadas de trabajo de los ejecutivos en Brasil es de 13 horas. Con un ritmo de trabajo intenso, las noches se reducen y aparecen muchos casos de insomnio. Según Gilberto Ururahy, director de la clínica especializada en chequeo de ejecutivos, Med-Rio, hubo un crecimiento del 40% de insomnio en los últimos diez años.

Los datos representan déficits para las empresas de negocios, ya que los empleados cansados son menos productivos. Sueño es también una cuestión de seguridad. Dos ejemplos son la Ley del Camionero, creada en Brasil en 2012, para poner fin a las jornadas abusivas de los camioneros, pero que aún no se ha concretado. En 2010, el gobierno americano también creó una normativa que obliga que las compañías de áreas tales como transporte y energía tengan una política de gestión de la fatiga.

Ya la empresa The Energy Project, consultoría que ya prestó servicios para Coca-Cola, Google, Ford Motor y Nestlé, propone intervalos de descanso cada 90 minutos de trabajo, almuerzos fuera de la oficina, home office, fin del recurso a las 18 horas y una sala donde los empleados puedan echarse una siesta.
La siesta en el trabajo es una bandera alzada hace mucho tiempo por la psicóloga estadunidense Sara Mednick. “El descanso ayuda a nuestra productividad, además de mejorar el humor y la creatividad”, señala Sara, profesora asistente en la Universidad de California y autora del libro Take a Nap! (“¡Duerme la siesta!”).

Para ahorrar dinero, garantizar el buen dueño de los empleados es menor el gasto en salud, es mayor la disposición y creatividad. Contra el viejo eslogan, “el tiempo es dinero”, ahora parece que lo que realmente cuenta es dormir bien.

Fuente: http://exame.abril.com.br/revista-voce-sa/edicoes/191/noticias/sono-produtivo?page=4
Foto: algunos derechos reservados por marsmet473a/Flickr.

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