Imagina un mundo completamente conectado a la computación en nube. Dondequiera que vaya, su información – nombre, edad, preferencias, gustos musicales, cuenta bancaria, historial de empleo – le seguirán. No importa si el dispositivo utilizado  es smartphone, tablet o PC, no es más que una manera de acceder a sus datos  personalizados. La identificación de los datos para pagar las cuentas, solicitud o compra de productos se llevaría a cabo a través del reconocimiento biométrico sin necesidad de contraseñas. Por cierto, la próxima generación de seres humanos hiperconectados no tendrán ni idea de cómo usar una contraseña. Este es un mundo no muy distante previsto por Simon Rowell, vicepresidente de Jamcracker empresa estadounidense. De acuerdo a este especialista, los datos personales estarán en la nube, distribuidos por todo el planeta, en unos cinco años. Por otro lado, el reconocimiento de usuarios sin contraseñas, será una realidad dentro de diez años.
En la actualidad Rowell es ejecutivo de una compañía que proporciona dispositivos tecnológicos para que empresas de cloud computing como Amazon, puedan llevar a cabo sus actividades. Rowell fue el inventor que en el 2007, patentó en los EE.UU. la arquitectura para la autenticación biométrica- es decir, la validación que permite acceder a un sistema, por ejemplo, a través de reconocimiento facial. Por lo tanto, no es difícil imaginar lo que impulsa a este ejecutivo a imaginar un mundo libre de contraseñas. Esta estructura de trabajo en la nube, distribuye los datos entre miles de dispositivos, librando al usuario de la necesidad de recordar claves distribuídas en múltiples dispositivos, logrando manejar los datos de forma centralizada, y evitando la confusión entre las personas que dependen de los datos almacenados en Internet.

Durante su visita a Brasil, el ejecutivo dio una entrevista a IT Web para explicar sus ideas sobre el futuro de un mundo interconectado. «La próxima ola de la tecnología, es la de la computación en la nube. Y ya está sucediendo «, indicó. El especialista explicó que llegará un momento en que todas las nubes estárán interconectadas, y el usuario percibirá todos los servicios como una gran nube de datos. Por supuesto, para que se puedan compartir los datos con diversos dispositivos se incrementarán los niveles de seguridad de la información que se aplican actualmente  y la privacidad de los datos. «Ya sea que usted vaya a acceder a su información desde un iPhone, Xbox, televisor o desde un automóvil. Usted necesita tener acceso a la misma información «, dijo.
¿Miedo?
Rowell cree que este nuevo mundo puede parecer aterrador, pero tiene muchas ventajas para los usuarios, después de todo, centraliza toda la información que existe en un entorno accesible, en función de las reglas que usted ha establecido. «Usted comienza a tener en cuenta la idea de que la información ya no está almacenada en su PC – que reside en otro lugar, en almacenes siempre accesibles. Así que no importa si su laptop es robada. Su información está segura «, agregó.
Por otro lado, debemos recordar que el cloud computing y el compartir datos personales es algo que hacemos, tal vez sin saberlo. Una red social como Facebook o LinkedIn, por ejemplo, son una puerta de entrada para transmitir información personal a un servidor desconocido apoyado en la nube. El usuario no sabe dónde está el centro de datos y no le importa, porque la meta es brindarle un servicio que, en este caso es el de conectar contactos.