A fines de este año serán 22 los bancos de leche materna que se encuentren activos en Estados Unidos y Canadá. Estas entidades sin fines de lucro permiten el uso de leche materna donada para alimentar a bebés que tienen dificultades para obtener una alimentación adecuada.
Los bancos de leche materna reciben donaciones de madres que consideran que tienen un exceso de leche. Cada donante es evaluada para garantizar que no porten una enfermedad infecciosa que pueda ser transmitida por su leche. Adicionalmente a las pruebas realizadas a la donante, se procura garantizar la seguridad de la leche pasteurizándola y congelándola antes de enviarla a hospitales y familias con receta médica.
Kim Updegrove, presidenta de la Asociación de Bancos de Leche Humana de América del Norte indicó que «ante la ausencia de la leche de la propia madre, la leche donada aumenta la tasa de supervivencia y mejora el desarrollo de los bebés vulnerables».
La especialista indicó que la leche materna contien nutrientes, anticuerpos del sistema inmunitario y factores de crecimiento que son necesarios para el desarrollo del bebé, sobre todo para aquellos bebés que nacieron de forma prematura o tienen peso bajo.
En norteamérica se está extendiendo la práctica de compartir leche materna en línea, una situación que resulta arriesgada, considerando que las compradoras no pueden saber si la madre que está donando la leche tiene alguna enfermedad como hepatitis B o es VIH positivo. Un estudio reciente reveló que el 75% de 101 muestras de leche materna comprada por páginas web que ofrecen compartir leche contenían bacterias que podían enfermar al bebé, incluyendo a tres lotes que dieron positivo en salmonella.
Los bancos de leche materna perdieron popularidad tras la crisis del VIH en los años 80, junto con un aumento de los casos de hepatitis. Ahora, con muchas medidas de seguridad que garantizan la distribución de leche inocua, los hospitales de leche materna vuelven a cobrar fuerza.
Aunque la leche es donada, los bancos de leche cobran 4.5 dólares por la onza de leche materna para cubrir los gastos administrativos.
Updegrove manifestó : «Casi todas las semanas conozco a alguien que me dice que le hubiera gustado conocer los bancos de leche, porque terminó tirando un galón de leche», y añadió «Me encantaría que los bancos de leche se hicieran tan comunes como los bancos de sangre, que todo el mundo los conozca».
Fuente:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_145988.html
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