Un estudio publicado en la revista Journal of Clinical Oncology indica que los pacientes que consumían carnes rojas y procesadas antes de ser diagnosticados con cáncer de colon son más propensos a morir en los ocho años siguientes tras detectarse el cáncer. Si bien el estudio no prueba que comer alimentos procesados como las salchichas produce cáncer, estudios previos han demostrado que el consumo de ese tipo de productos tiene relación con el riesgo de padecer la enfermedad.
Marjorie McCullough, directora del estudio y miembro de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, de Atlanta, manifiesta que el resultado de este estudio es «otro motivo más para cumplir las guías que recomiendan reducir el consumo de esas carnes».
En este estudio se analizaron los datos de 184 mil pacientes de Estados Unidos en 1992 y 1993 y que respondían a cuestionarios alimentarios. Se analizaron luego los datos de 2315 casos de hombres y mujeres con cáncer de colon o recto, diagnosticado entre el inicio del estudio y el 30 de junio del 2009.
Se identificó que un 43 por ciento de los 580 pacientes que consumían 10 porciones semanales de carnes rojas o procesadas murió durante el seguimiento, en comparación con el 37 por ciento de los 576 pacientes que ingerían aproximadamente dos porciones semanales.
Se identificó también que quienes más carnes rojas o procesadas consumían frecuentemente antes y después de ser diagnosticados con cáncer de colon, eran más propensos a morir por la enfermedad durante el estudio, en comparación con los que consumían menos carnes.
El doctor Jeffrey Meyerhardt, oncólogo gastrointestinal del Instituto de Oncología Dana-Farber, en Boston, manifestó que «El mensaje principal -de este estudio- es la confirmación de que el consumo elevado de carnes rojas o procesadas puede influir en la aparición del cáncer de colon, el tipo de cáncer y otras enfermedades en el largo plazo». McCullough indicó además que tres o cuatro porciones semanales de esas carnes son adecuadas para la población general.