Utilizar programas de computadoras y aplicaciones para teléfonos celulares que brindan apoyo personalizado a pacientes de diabetes no ayudaría a mejorar la calidad de las personas de forma significativa. Esta es la conclusión que se ha presentado en una revisión de 16 estudios que ha realizado Kingshuk Pal, del University College de Londres.

Se identificó que los participantes en los estudios lograron una mejoría leve en los niveles de azúcar en sangre en comparación con los que no lo usaron, pero no se logró una gran diferencia al evaluar el peso corporal, el colesterol y la calidad de vida de las personas.

Al utilizar aplicaciones en celulares y computadoras los pacientes lograron una mejora del 0,2 por ciento en el control glucémico con respecto de los grupos de control. Cinco de seis estudios identificaron una evolución en la dieta de los pacientes, pero solo dos de cinco reconocieron un aumento significativo de la actividad física.

Se pudo identificar que las intervenciones mejoraron el conocimiento y la confianza de los pacientes pero no se logró reducir la tasa de depresión.

La Dra. Charlene Quinn, autora de uno de los estudios de la revisión, indicó que se espera que la tecnología ayude a promover hábitos saludables entre los pacientes de diabetes. Los 16 estudios revisados incluyeron un total de 3600 diabéticos de Estados Unidos, Reino Unido, Corea del Sur y China. Los voluntarios utilizaron un programa de computadora o celular para apoyar el tratamiento. En general, los pacientes que utilizaron alguno de los programas mejoraron un 0.2 por ciento su control glucémico en comparación a los grupos de control.

Quinn indica en un email que con estas experiencias se está procurando promover hábitos más saludables entre los diabéticos. La investigadora aseguró que se pudo identificar que las personas necesitan un enfoque personalizado para el manejo de la diabetes, obteniendo retroalimentación y recomendaciones de una fuente confiable, como un médico; además, para algunas personas era importante combinar la retroalimentación y los resultados con su diabetólogo.

Las investigaciones demuestran que los programas de educación en persona ayudan a mejorar la salud de los diabéticos en el largo plazo, pero ese tipo de acompañamiento es un recurso muy costoso, razón por la cual se está procurando extender las recomendaciones y el seguimiento utilizando herramientas tecnológicas.