Un estudio publicado en la revista BMJ ha identificado que comer pescado graso un par de veces por semana podría ayudar a reducir el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular (ACV), mas no se logra el mismo efecto con suplementos fabricados en base al pescado, asegura el mismo estudio.

La investigación realizada por un equipo de doctores de la Universidad de Cambridge en Inglaterra, bajo la dirección del Dr. Rajiv Chowdhury, se abocó al análisis de 38 estudios en los que participaron cerca de 800 mil personas de 15 países.

Tras analizar los datos obtenidos se identificó que las personas que consumían entre dos y cuatro porciones de pescado graso a la semana tenían un riesgo de ACV un 6% menor, en comparación con aquellos que consumían una porción o menos por semana. De acuerdo a los investigadores el consumo de caballa o sardinas logra ese efecto.

Se identificó también que el consumo de cuatro porciones de cualquier pescado, permite lograr una reducción del cuatro por ciento en el riesgo de ACV o mini ACV (conocido como Ataque Isquémico Transitorio).

Aunque el estudio halló una asociación entre un mayor consumo de pescado y una reducción en el riesgo de ACV, no probó causalidad.

Fuente: Revista BMJ edición del 30 de Octubre