Gracias a un estudio realizado por Ramón Estruch y su equipo del Hospital Clínico de Barcelona se ha logrado identificar que los hombres con alto riesgo de padecer enfermedad cardiovascular pueden logar reducir su presión arterial después de beber 0,3 litros de vino tinto sin alcohol después de las comidas, durante cuatro semanas.

El vino tinto sin alcohol tiene la misma cantidad de polifenoles que el vino regular. Los participantes en el estudio tomaron vino sin alcohol, registrando una reducción de la presión sistólica de 6 mmHg y 2 mmHg de diastólica, lo que se puede traducir en una reducción del riesgo de enfermedad cardíaca, en cerca del 14 por ciento, y del 20 por ciento para el riesgo de ictus.

Los investigadores indicaron que los polifenoles son esenciales para reducir la presión arterial, pero el alcohol que se introduce en el vino regular reduce la capacidad de esta bebida para reducir la presión arterial.

En este estudio participaron 67 hombres con diabetes o con factores de riesgo cardiovascular que se alimentaban con una dieta regular. El estudio ha sido publicado en el último número de la revista Circulation Research.