Algunos fármacos utilizados para tratar la hipertensión pueden incrementar los niveles de ácido úrico en los pacientes. El riesgo de sufrir un ataque de gota aumenta cuando se elevan los niveles de ácido úrico en la sangre y para identificar los medicamentos más adecuados para reducir el riesgo de padecer gota, un equipo de investigadores realizó una comparación de betabloqueadores y calcioantagonistas, incluyendo al losartan para determinar que tipo de medicamento implica el menor riesgo para los pacientes.

El estudio realizado por Choi y colaboradores identificó que el uso de betabloqueadores se ha relacionado con el aumentos de los niveles de ácido úrico, mientras que el uso de calcioantagonistas y losartan está asociado a una reducción de los niveles de ácido úrico.

Datos obtenidos en Estados Unidos demuestran que la hipertensión arterial (HTA)  es la comorbilidad más frecuentemente asociada a los casos de gota (74%). Se considera que la disminución de la excreción urinaria de ácido úrico tiene una incidencia directa sobre la enfermedad. Por otro lado, se considera que fármacos utilizados en el tratamiento de la HTA, como los diuréticos, pueden aumentar el riesgo de padecer una crisis de gota por un aumento de la reabsorción de ácido úrico en el túbulo proximal de las nefronas.

El estudio identificó que los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), y antagonistas de los receptores de angiotensina II (ARAII) distintos al losartan y los betabloqueadores, estuvieron asociados a un mayor riesgo de padecer gota.

Los investigadores identificaron que se logra un menor riesgo de sufrir gota al tratar a los pacientes hipertensos con calcioantagonistas y losartan, logrando una diferencia absoluta de 60 y 86 casos por cada 100 mil personas. En el caso de los diuréticos, los betabloqueadores, IECAs y ARAII (excluyendo al losartan), se identificó una mayor asociación con lo casos de gota.

En el caso de terapias combinadas, el riesgo al utilizar diuréticos fue mayor que al utilizar betabloqueadores, y el riesgo de utilizar IECAs fue mayor que utilizar calcioantagonistas. Pero el riesgo no resultó significativo en el caso de combinar IECAs y calcioantagonistas.

Los investigadores indican que el estudio podría tener una aplicación práctica en el tratamiento de pacientes hipertensos para reducir el riesgo de un ataque de gota.