Hasta ahora se contaba con estudios sobre los efectos del bajo consumo de yodo, pero poco se sabía de los efectos del exceso en el consumo de yodo. Para averiguarlo, un equipo de médicos en China administró al azar varias dosis de yodo a adultos durante cuatro semanas, identificando que cuando las personas consumían dosis superiores a los 400mcg los pacientes desarrollaban hipotitoidismo subclínico, que se manifiesta por una reducción de los niveles de la hormona toroidea sin que se presenten al mismo tiempo los síntomas que evidencian el hipotiroidismo, como fatiga, depresión, piel seca y aumento de peso.
El equipo de investigadores de la universidad de Tianjin determinó que la población en China no debería consumir más de 800mcg de yodo, pero esta cantidad es distinta a la que se recomienda en Estados Unidos, donde se establece que el límite máximo seguro de consumo de yodo por día es de 1.100mcg diarios. En Estados Unidos se recomienda a las personas que consuman 150mcg de yodo por día, mientras que las mujeres deberían ingerir 220mcg durante el embarazo o 290mcg durante la lactancia. Por su parte, la doctora Elizabeth Pearce, profesora asociada de medicina de la Boston University, y experta en la función de la glándula tiroides, se opone al consumo de suplementos que aporten más de 150 mcg de yodo diarios, «En general, tenemos niveles de yodo suficientes», indicó la especialista.
Al realizar un segundo estudio en China se analizaron 256 casos de pacientes adultos sanos que presentaban función tiroidea inicial normal. Se les administró una de 12 dosis de yodo de entre 0 y 2.000 mcg por día, durante cuatro semanas. Se identificó que el cinco por ciento del grupo tratado con 400mcg desarrolló hipotiroidismo subclínico, mientras que el 47 por ciento de los pacientes que fueron tratados con dosis de 2.000 mcg por día desarrollaron hipotiroidismo subclínico.
FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition