Varios estudios epidemiológicos han reportado los beneficios positivos del consumo moderado de alcohol sobre las enfermedades cardiovasculares.
Algunos estudios se han centrado en distinguir los efectos de diferentes bebidas alcohólicas, teniendo en cuenta que el consumo moderado de vino tinto tiene un efecto mayor sobre la reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular, en comparación con otras bebidas. A diferencia de otras bebidas (licores, ginebra, etc ..), así como el componente de alcohol, el vino tinto contiene sustancias fitoquímicas, principalmente polifenoles como catequinas, antocianinas, proantocianidinas, compuestos fenólicos estilbenos y otros, cuyos potenciales efectos sobre la salud cardiovascular han sido hasta ahora demostrados in vitro y en experimentos animales.
Un estudio reciente realizado por un grupo español de investigación, ha sido publicado en ‘American Journal of Clinical Nutrition´. En dicho estudio se evaluaron los efectos independientes y acumulativos de etanol y una fracción fenólica del vino tinto sobre la expresión de moléculas de adhesión endoteliales y las citoquinas proinflamatorias -inflamatorio, los biomarcadores de riesgo aterosclerótico reconocidos en sujetos con alto riesgo cardiovascular.
El estudio incluyó a 67 voluntarios varones reclutados en España, considerados de «alto riesgo» de enfermedad cardiovascular sobre la base de «índice de masa corporal, tabaquismo, factores de riesgo para la diabetes y la hipertensión arterial u otras enfermedades.
Los sujetos se abstuvieron de alcohol durante un período, después de lo cual se sometió a tres evaluaciones separadas, en un orden aleatorio, con una duración de 4 semanas, sin grandes cambios en los hábitos alimenticios o el nivel de actividad física entre los tres períodos : 1) 30 g / día de vino tinto, 2) 30 g / día de ginebra, o 3) una cantidad equivalente de alcohol libre de vino tinto.
El contenido de compuestos fenólicos en el vino tinto se mantuvo sin cambios después de desalcoholización. Antes y después de cada período de estudio se evaluaron los efectos de diversas intervenciones en 7 marcadores de células (las moléculas de adhesión) y 18 marcadores séricos (citoquinas pro-inflamatorias) que tienen un papel clave durante el proceso inflamatorio y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Los principales resultados del estudio mostraron que tanto el alcohol, como los compuestos fenólicos en el vino tinto, tienen potenciales efectos protectores, logrando la reducción del riesgo de enfermedad vascular, lo que contribuye a las propiedades anti-inflamatorias de vino.
En particular, los autores concluyeron que el consumo de alcohol se asocia principalmente a un aumento de la IL-10 y una disminución en los niveles de quimiocinas producidas por los macrófagos, mientras que el componente fenólico de vino tinto resultó en una disminución de las concentraciones séricas de las moleculas de adhesión leucocitaria
En general, el estudio confirmó que es el componente de alcohol y los fenoles del vino tinto los que pueden jugar un papel importante en la modulación de mediadores de la inflamación en suero en pacientes de alto riesgo cardiovascular.
Dra. Sara Tulipanes