No se descarta que el mercurio pueda causar otras enfermedades, pero al menos no existe evidencia que indique que esa sustancia pueda causar o empeorar casos de ictus, enfermedades coronarias u otros problemas cardiovasculares. Esa es la conclusión a la que ha llegado un estudio recientemente publicado en The New England Journal of Medicine.
El estudio en cuestión fue realizado por investigadores de la universidad de Harvard. Los especialistas hicieron un seguimiento de 51.529 hombres y 121.700 y no encontraron evidencia alguna que pudiera indicar que  “la exposición al mercurio provoque efectos adversos sobre la enfermedad coronaria, el ictus u otros problemas cardiovasculares». «Nuestros hallazgos sugieren que la gente no debe preocuparse por su salud cardiovascular cuando decida si tomar o no pescado», resaltan los investigadores.
Pero esto no quiere decir que las personas puedan consumir sin preocupaciones alimentos contaminados con mercurio. Los especialistas destacan que «estos datos no deben reducir los esfuerzos por reducir la exposición al mercurio, ya que puede tener otros efectos dañinos».
Los investigadores además aseguran que sus hallazgos no deben cambiar las recomendaciones que indican que las mujeres embarazadas no deben abusar del consumo de ciertas especies de pescados como el atún rojo o el pez espada que podrían contener altas dosis de mercurio.
Tras los derrames de petróleo en el Golfo de México, las costas de España y la liberación de toneladas de agua radiactiva en las costas de Japón es bueno recordar que son las especies más grandes las que acumulan mayor contaminación. Metales pesados y químicos se acumularán en la carne de peces más grandes cada vez que coman peces pequeños que han sido contaminados.
Lluís Serra, presidente de la Academia Española de Ciencias de Nutrición y Alimentación recomienda “variar el tipo de pescado que se consume para minimizar al máximo los riesgos».
Fuente:
http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=70246&uid=402710