Reciente estudio demuestra que al incrementarse el consumo de ácidos grasos poliinsaturados, en reemplazo de las grasas saturadas, se logra limitar los episodios coronarios en pacientes de riesgo, por tanto eliminar de la dieta el consumo de dichos ácidos no beneficia en forma alguna a los pacientes que padecen de riesgo de sufrir coronariopatías. Para limitar el riesgo de enfermedades coronarias los especialistas recomiendan reducir el consumo de grasas saturadas, e incluso algunos galenos recomiendan también reducir la ingesta de àcidos grasos poliinsaturados, pero hasta ahora no se había demostrado los efectos de estos últimos sobre el organismo.
Para determinar si el consumo de ácidos grasos poliinsaturados tiene algún efecto en el organismo de los pacientes, un grupo de investigadores realizó un análisis a partir de la información obtenida en diversas bases de datos electrónicas, y se estudiaron diversos ensayos en los que se analizó la relaciòn entre el consumo de ácidos grasos poliinsaturados y su impacto en la aparición de coronariopatías.

El Dr. Mozaffarian del Brigham and Women´s Hospital de Boston, Massachusetts, señala que a partir del análisis de todo el cúmulo de datos obtenido, se identificó que el incremento en el consumo de ácidos grasos poliinsaturados, tiene por efecto la limitación de episodios coronarios en pacientes en riesgo, por tanto, la restricción establecida usualmente sobre estas sustancias no beneficia al paciente.

De un total de 13.614 casos estudiados, se identificaron 1042 episodios coronarios. En el grupo sometido a intervención el 14,9% del total de calorías se obtenía de ácidos grasos poliinsaturados, mientras que en el grupo de control solo el 5% de las calorías obtenidas tenían ese origen. Se obtuvo un 19% de reducción del riesgo general en el grupo de control y un índice de riesgo relativo de 0,81.

Los investigadores determinaron que por cada 5% de aumento en el consumo de ácidos poliinsaturados la reducción del riesgo de coronariopatías alcanzaba el 10%, y los beneficios más significativos se  obtuvieron en aquellos tratamientos que consideraron el consumo de ácidos grasos poliinsaturados durante más tiempo.

El estudio del Dr. Mozaffarian se muestra optimista, pero el Dr Lee Hooper, de la escuela de medicina de la Universidad de East Anglia en Inglaterra, considera que este estudio tiene serias deficiencias, pues de acuerdo al experto, en el estudio realizado por Mozaffarian se ha utilizado una metodología adecuada, pero tiene una notoria deficiencia en la búsqueda de ensayos clínicos más adecuados. De acuerdo a Hooper, es probable que hayan quedado fuera estudios que hagan referencia directa al ácido linoleico o estudios en los que las coronariopatías estuvieran relacionadas con casos de muerte súbita y de accidente cerebrovascular.