Se han obtenido resultados satisfactorios en experimentos con ratas que indican que el aceite de oliva ayuda a retrasar el envejecimiento. Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) demostraron en pruebas de laboratorio, que roedores alimentados con este producto viven más que especímenes alimentados con aceite de girasol.
José Luis Quiles, profesor a cargo de la investigación en la UGR, indica que el aceite de oliva altera de forma positiva el funcionamiento de las mitocondrias, orgánulo al interior de la célula encargados de producir energía. Los investigadores están estudiando los efectos de esta grasa específica sobre los niveles de estrés oxidativo, la funcionalidad del orgánulo y su estructura. De acuerdo a Quiles “la dieta basada en aceite de oliva hace que durante la vejez se acumulen menos daños en estos tres niveles”.
Un punto importante en este estudio es el estrés oxidativo. Durante el proceso de combustión de grasas las células liberan radicales libres, sustancias nocivas que tienen la capacidad de alterar los genes, las proteínas, los lípidos y contribuir en el proceso de envejecimiento. El incremento de producción de radicales libres está directamente relacionado a los niveles de estrés oxidativo. “El aceite de oliva reduce el estrés oxidativo, es decir, la generación de radicales libres y, por tanto, hace que los tejidos envejezcan de forma más lenta”, manifiesta Quiles.
En el laboratorio, se han alimentado ratas con dietas que contienen distintas fuentes de grasas. Se han separado a los animales en grupos a los que se les ha suministrado aceite de oliva virgen, aceite de giradol o pescado y/o se ha dado suplementación con coenzima Q. Los análisis indican que si un animal ingiere de forma mayoritaria una grasa durante toda su vida, la composición de las membranas celulares del animal reflejan esa grasa ingerida. De acuerdo a los investigadores, el aceite de oliva genera condiciones de salud a nivel mitocondrial y de estrés oxidativo que favorecen la aparición tardía del fenotipo de envejecimiento, en comparación con los sujetos que consumen otro tipo de aceites. En los experimentos, las ratas alimentadas con aceite de oliva vivieron más tiempo que los otros especímenes.
Los investigadores descubrieron que al suplementar la dieta basada en aceite de girasol con coenzima Q, se obtenían los mismos beneficios que al utilizar aceite de oliva. Sin embargo, al realizar pruebas suplementando con coenzima Q la dieta de ratas alimentadas con aceite de oliva, no se obtenían beneficios adicionales “Los experimentos revelan que no es necesario suplementar la dieta de aceite de oliva virgen con coenzima Q si se toma una alimentación variada y basada en aceite de oliva virgen, porque no sólo no aumentamos el efecto, sino que podríamos romper el equilibrio de la célula y puede ser contraproducente”, advierte Quiles.