salt-by-duchamp-flickrEl consumo habitual de sal entre la población adulta se aproxima a los 10 gramos por día, una cifra que está muy lejos de los cinco gramos al día recomendados por diferentes organismos internacionales al cuidado de la salud de las personas. De acuerdo a investigadores en el tema, una reducción de la ingesta habitual de sal por debajo de los seis gramos diarios, podría ir asociada con la reducción de las la presiones sistólica y diastólica, por tanto,  lograr una reducción de la presión sanguínea  en la población podría permitir mantener tasas de accidentes cerebrovasculares por debajo del 24% y reducir las tasas de enfermedad coronaria por debajo del 18%.
A partir del estudio de 177 mil casos, se identificó que la ingesta elevada de sal estaba asociada con un mayor índice de accidentes cerebro vasculares y con enfermedad cardiovascular, observándose una mayor asociación con la enfermedad en pacientes con un mayor consumo de sal. El informe concluye que se “demuestra de manera inequívoca que el aumento de la ingesta de sal se asocia con una mayor incidencia de ACV y eventos cardiovasculares totales”

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte entre las personas de 60 años y le segunda causa de muerte entre personas de 15 a 59 años. Además la OMS indica que el  62%  de los ACV y el 49% de los casos de enfermedades coronarias se atribuyen a la hipertensión arterial.

Se hace necesario desarrollar estrategias para reducir el consumo de sal en la población porque el consumo promedio en sociedades occidentales bordea los 10g por día. De acuerdo a la World Heart Federation (Federación Mundial del Corazón) hay más de 5,5 millones de muertes al año por ACV en todo el mundo y cerca de 17,5 millones de muertes anuales por enfermedades cardiovasculares. Se estima que de lograrse una reducción en el consumo de sal entre la población se podrían evitar más de un millón de muertes por ACV y de casi 3 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares cada año. Pero aún los niveles de consumo promedio están muy por encima de las cantidades recomendadas por la OMS.