heart-lubbock-heart-FlickrA nivel global las personas están adoptando estilos de vida cada vez más sedentarios y han cambiado sus hábitos alimentarios ingiriendo cada vez más comida poco saludable. Un informe realizado por la OMS en el año 2002 reconoce que “la epidemia creciente de enfermedades crónicas que aqueja tanto a países desarrollados como países en desarrollo está relacionada con los cambios de los hábitos alimentarios y del modo de vida”. Esta creciente tendencia sumado al envejecimiento de la población, plantea nuevos retos a las empresas que brindan servicios de salud.

El progresivo envejecimiento de la población demanda de los centros de salud establecer recursos para atender a una cantidad mayor de pacientes y prepararse para dar adecuado seguimiento a enfermedades crónicas.

En un escenario global en el que las redes de comunicaciones como Internet permiten transmitir señales vitales del paciente en forma remota, es posible desarrollar estrategias que permitan aprovechar la tecnología disponible para realizar un monitoreo estricto de la salud del paciente. Existen diversidad de dispositivos que permiten obtener en forma remora datos de la tensión arterial, ritmo cardíaco, saturación de oxígeno, niveles de glucosa, temperatura, peso o ritmo de la respiración. El uso de estas nuevas tecnologías permitiría monitorear el estado de múltiples pacientes y dar respuesta inmediata a determinadas alertas.

Pero no se trata solo de adquirir y utilizar la tecnología, se requiere de una estrategia integral que permita incorporar los nuevos dispositivos en el cuidado de la salud de los pacientes. Para utilizar los dispositivos antes mencionados se requiere capacitar a los pacientes para lograr que controlen mejor su salud, los familiares también deben ser capacitados para lograr que colanoren en el uso de nuevos dispositivos y los profesionales al cuidado de la salud también deben ser entrenados para lograr un adecuado monitoreo de los pacientes.

El uso de dispositivos electrónicos para monitoreo remoto y seguir una estrategia de telesalud permite a las personas mayores vivir más libremente, reduce los tiempos de consultas, los pacientes no deben recorrer grandes distancias para las consultas, permite a los profesionales de la  salud proporcionar servicios de mayor calidad porque cuentan con mayor tiempo libre.

Beneficios para centros de salud

Un equipo de investigadores de Canadá realizaron un análisis de los beneficios económicos que representaba para un centro de salud el uso de estrategias de telesalud para hacer seguimiento de sus pacientes con enfermedades crónicas y se comparó con el cuidado habitual. Para determinar si se lograba un ahorro de costos se utilizaron evaluaciones económicas como análisis de costo – efectividad, costo – utilidad y costo – beneficio.

A partir del análisis de bases de datos se logró extraer información de más de 4800 pacientes que se sometieron a algún tipo de control por sistemas de telesalud en los diez años previos al 2008.  A partir de 22 trabajos de investigación previos, los científicos encontraron que la tele-salud hogareña demostró ahorrar costos al sistema de salud y a las aseguradoras en casi todos los estudios.

Los investigadores indicaron que la evidencia sugiere que la tele-salud domiciliaria permitiría a los centros de salud reducir sus costos, pero su impacto social resulta aún incierto por lo cual se recomendaría realizar estudios con mayor profundidad.