Un estudio desarrollado entre neonatos prematuros de 37 semanas o menos arrojó resultados favorables al suplementar la leche de fórmula con prebióticos para reducir la incidencia de enterocolitis necronizante (ECN) y sepsis. La evaluación se desarrolló para determinar si el uso de prebióticos podría influir negativamente en la salud de los infantes, o afectar el crecimiento del niño, la colonización intestinal o modificar las características de la materia fecal.
Tras la experiencia se determinó que utilizar prebióticos no afecta el incremento de peso de los bebés prematuros, además la adición de prebióticos consiguió incrementar el conteo de bifidobacterias y lactobacilos en neonatos con un periodo de gestación menor a 37 semanas.
Debemos indicar que los lactobacilos son de ayuda para la regulación del funcionamiento intestinal y ayudan a mejorar la respuesta inmunológica, por otro lado las bifidobacterias ayudan a eliminar los microorganismos patógenos del intestino a través de un sistema de autolimpieza. Los bebés alimentados con leche en polvo poseen una flora instestinal similar a la de un adulto, con un menor conteo de bifidobacterias.
Para realizar esta investigación se analizaron estudios previos en los que se hubiera comparado el uso de leche de fórmula corriente respecto al uso de leche de fórmula suplementada con prebióticos. Se seleccionaron casos en los que se inició el tratamiento a los 28 días de vida y se continuó con el tratamiento por al menos por dos semanas.