Las mujeres que fueron bebés grandes y con peso elevado presentan mayor posibilidad de desarrollar cáncer de mama posteriormente en sus vidas, informaron diversos investigadores británicos, quienes además revelaron que la longitud y el perímetro de la cabeza, especialmente la segunda, marcarían una tendencia a esta enfermedad. «Las mujeres que pesaron 8.8 libras (4 kg) o más al nacer presentaron un aumento de 12 por ciento en el riesgo de cáncer de mama, en comparación con las mujeres que pesaron entre 6.6 y 7.69 libras (3 a 3.5 kg)», señala Isabel dos Santos Silva, MD, PhD, profesora de epidemiología de la facultad de higiene y medicina tropical de Londres y autora y líder del estudio.Las mujeres que medían 20 pulgadas (51 cm) al nacer tenían un riesgo 17 por ciento mayor en comparación con las que medían 19.29 pulgadas (49 cm). También halló que si la circunferencia de la cabeza era de 13.7 pulgadas (35 cm) o más, el riesgo aumentó en 11 por ciento, en comparación con aquellos cuya circunferencia era de 12.9 pulgadas (33 cm). Según el estudio publicado en la revista PLoS Medicine, Silva y sus colegas, evaluaron más de 22,000 casos de cáncer de mama entre más de 600,000 mujeres.
Los expertos explicaron que el peso, el largo y la circunferencia de la cabeza de un bebé recién nacido son producto del ambiente prenatal. Es decir, estas cualidades en un niño dependen de factores biológicos y de los niveles hormonales de la madre, incluyendo la hormona estrógeno que aprovecha el cáncer de seno para crecer. Asimismo, advirtieron que se requiere mayor investigación en países en desarrollo para ratificar este lazo.
Prevención
El cáncer de mama surge cuando se presenta un crecimiento anormal y desordenado de las células de ese tejido. Hasta el momento se tiene conocimiento que las niñas amamantadas tendrían menos probabilidades de desarrollar este tipo de enfermedad en la edad adulta. Además, son cada vez más notables las influencias del estilo de vida, por ejemplo, se sabe que la alimentación interviene en su prevención y ahora, también se conocen los efectos protectores evitando la vida sedentaria y practicando con frecuencia ejercicios físicos.