El sobrepeso en niños y adolescentes es un problema de salud pública en  Estados Unidos y en parte de los países europeos. Las tasas de obesidad continúan aumentando España es el segundo país de Europa con mayores tasas de obesidad infantil.

Según cifras oficiales  de la FDA -U.S Food and Drugs Administration -el porcentaje de niños de 6 a 11 años con sobrepeso en Estados Unidos aumentó de 4 por ciento en 1965 a 73 por ciento de la población americana en el 2008. Se cree que este aumento se debe a una variedad de factores culturales que incluyen el fácil acceso a alimentos altos en calorías, la disminución de las oportunidades para ejercitarse  y un creciente interés en actividades sedentarias como ver televisión o sentarse frente a la computadora.

Al considerarse como problema de salud pública, la obesidad infantil debe abordarse con mucho cuidado por los especialistas y los médicos de atención primaria. Se han realizado revisiones de estudios que abordan el conocimiento, las actitudes, las creencias y las prácticas de los médicos que tratan  la obesidad infantil; como resultado general,  se concluye que  existe una necesidad de educar a los médicos de atención primaria para incrementar la uniformidad de la evaluación y para mejorar la eficacia en el tratamiento de la obesidad infantil.

Asimismo, también se recomienda educar a los padres, familiares, y profesores del infante con obesidad, ya que son personas más cercanas y con las que mayor contacto mantiene el niño. Estos tres agentes deben motivar al niño para comer sano, practique alguna actividad física y cambie los hábitos sedentarios, para esto los profesionales a cargo de los pacientes deben informar sobre las complicaciones de la obesidad y como contrarrestarla.

Los médicos deben sugerir una dieta balanceada, actividades deportivas; también aconsejar  a los padres para que provean de un ambiente que incluya sólo comida saludable, que reduzcan las frituras y las visitas a los fastfoods.

La obesidad infantil conlleva muchos riesgos, numerosas investigaciones han demostrado que un niño obeso corre un alto riesgo de llegar a ser un adulto obeso. De acuerdo a la American Cancer Society el porcentaje de adolescentes con sobrepeso entre 13 y 22 años se ha duplicado entre 1985 y el 2008. La secretaria de Salud Estadounidense Kathleen Sebelius indicó que en Estados Unidos se gasta cada año 150 mil millones de dólares para curar enfermedades relacionadas con la obesidad.

Los niños y adolescentes con sobrepeso y obesos tienen el mismo riesgo de padecer de problemas  de salud que los adultos con sobrepeso. Estos trastornos incluyen diabetes, presión arterial, hipertensión, enfermedades de la vesícula, apena del sueño, asma, enfermedades de la vesícula, problemas en huesos y articulaciones y males hepáticos.