a-matched-set-by-tobyotter-flickrControlar el peso no sólo hace que uno se sienta bien y luzca mejor. Muchas pruebas demuestran que mantener el peso dentro de límites saludables disminuye el riesgo de padecer enfermedades graves, como concentraciones altas de colesterol, presión arterial elevada, afecciones cardiovasculares, diabetes y cáncer. Una alimentación balanceada acompañada de ejercicio físico ayudan a controlar la obesidad y se prescribe la práctica diaria de alguna disciplina deportiva para mejorar la calidad de vida.

Sin embargo, muchos pacientes buscan una solución más rápida frente al problema de obesidad mórbida y recurren a tratamientos terapéuticos de pastillas controladoras de hambre, dietas, operaciones bariáticas, entre otras opciones. Aún así,  el abandono de estos tratamientos es recurrente, muchos de los pacientes que se someten a ellos  no los terminan, y vuelven a la ingesta hipercalórica.

Según el estudio que realizó el National Institute of Health de Estados Unidos, para identificar las características del tratamiento y la muestra que se asocia con el abandono de un tratamiento, se llegó a la  conclusión que los tratamientos deben ser adecuados a cada paciente, sus hábitos, su conducta y hasta su psicología.

Actualmente, la obesidad es un problema de salud pública, en Estados Unidos la cifra es exorbitante, aproximadamente 90 millones de personas, de los 300 millones de habitantes de este país padecen de obesidad mórbida.

En México, el incremento de la obesidad en los últimos siete años es alarmante, más del 70% de la población adulta sufre de sobrepeso u obesidad, lo que representa ocupar el segundo lugar a nivel mundial y la tendencia muestra que la obesidad en niños será tan impactante que podrían incluso ocupar el primer lugar a nivel mundial; este aumento debe considerarse debido a que el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo importantes para el desarrollo de enfermedades crónicas, incluyendo las cardiovasculares, diabetes y cáncer.

En el Perú, según el estudio de Obesidad y Sobrepeso de la Universidad de San Marcos, la prevalencia de sobrepeso y obesidad es mayor en la mujer que en el varón. Asimismo, la mujer, en estos últimos 20 años ha pasado de 25,8% y 10,9% a 35,4% y 9,4% de sobrepeso y obesidad, respectivamente.

En la mayoría de los casos, la obesidad es resultado de la interacción de factores genéticos y ambientales, por ejemplo hábitos alimenticios y estilo de vida que se pueden modificar. Cuando los pacientes generan un desequilibrio entre el consumo y el gasto de energía, acumulan un exceso de grasa corporal.

Frente a la preocupación por el aumento de peso mundial, se anuncian en los medios tratamientos para combatir el sobrepeso, aún así la mayoría de los productos, curas milagrosas o tratamientos que se exponen en los medios masivos son más perjudiciales que benéficos.

Sin embargo, de lo que se trata es de tomar conciencia de por qué engordamos, aceptar nuestro cuerpo y adoptar una actitud positiva frente a la pérdida de peso “es el mejor tratamiento”, indicaron los investigadores. Además, el ejercicio constante es vital para mantener un control de peso duradero y contrarrestar la obesidad.