03-cycling-class(Boletín Funiber 08 – 2009) Controlar el peso no sólo hace que uno se sienta bien y luzca mejor, sino que existen muchas pruebas que demuestran que mantener el peso dentro de límites saludables disminuye el riesgo de padecer enfermedades graves ocasionadas por concentraciones altas de colesterol, presión arterial alta, afecciones cardiovasculares, diabetes y cáncer.

Además de una alimentación balanceada, el ser humano debe realizar alguna actividad física que le ayude a fortalecer huesos y músculos. El ejercicio físico se ha convertido hoy en día en un fármaco natural para la medicina preventiva, ya que se prescribe la práctica de deportes para mejorar el metabolismo y la calidad de vida de las personas.

Actualmente, la obesidad es un problema de salud pública. En Estados Unidos la cifra es exorbitante, aproximadamente 90 millones de personas, de los 300 millones de habitantes padecen de obesidad mórbida.

En el Perú, según el estudio de Obesidad y Sobrepeso desarrollado por la Universidad Mayor de San Marcos, la prevalencia de sobrepeso y obesidad es mayor en la mujer que en el varón. Asimismo, en estos últimos 20 años, la tasa de sobrepeso entre mujeres ha pasado de 25,8% a 35,4%, en tanto que la estadística de obesidad reveló un ligero declive pasando de 10,9% a 9,4%. Cabe resaltar que la obesidad afecta a todos por igual, no distingue edad, sexo o nivel socioeconómico.

El ejercicio constante es vital para un control de peso duradero, y también es importante para contrarrestar la obesidad. Algunos de los efectos del ejercicio físico en el tratamiento de la obesidad son el aumento del gasto energético, aumento de la capacidad de movilización y oxidación de la grasa, reduce la resistencia a la insulina, mejora la capacidad cardiopulmonar, baja la presión arterial, disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, produce una reducción de la grasa corporal y aumento de masa magra, entre otros beneficios.

Para el especialista, Juan A. Gonzales, profesor de educación física de la Universidad Andrés Bello de Colombia (UNAB), el programa de ejercicio físico según las últimas investigaciones para el tratamiento de la obesidad debe seguir un protocolo, por ejemplo el trabajo físico debe ser cardiovascular- aeróbico, la frecuencia no debe exceder a las 3 veces por semana, y la intensidad se debe aumentar en un 3% cada 3 minutos. Sin embargo, a pesar que se conocen los beneficios del ejercicio como actividad física, se necesitan más estudios para generar recomendaciones basadas en evidencias sobre la cantidad y calidad de ejercicio físico requerido para prevenir o tratar la obesidad.