Los índices de obesidad entre niños y adolescentes están en aumento, y las personas que padecen este mal pueden enfrentar consecuencias médicas significativas en el corto y largo plazo. Un equipo de investigadores decidieron determinar el nivel de impacto de las intervenciones quirúrgicas, farmacológicas y sobre el estilo de vida enel tratamiento de la obesidad en la infancia.

Los investigadores seleccionaron 64 estudios con 5230 participantes en las que se aplicaron intervenciones con fármacos, sobre el estilo de vida o una combinación de ambas. No se identificaron intervenciones quirúrgicas que pudieran ser consideradas para el estudio.

Las intervenciones sobre el estilo de vida estaban enfocados en dar asesoría sobre dietética, actividad física y/o hábitos de comportamiento. El tratamiento para obesidad se aplicó a niños menores de 18 años, con o sin apoyo de los miembros de sus familias, con un mínimo de seis meses de seguimiento. Se excluyeron a los pacientes con trastornos alimentarios, diabetes tipo 2 o que incluían a participantes con causas secundarias de obesidad.

De los estudios identificados se realizaron modificaciones en los hábitos de actividad física y comportamiento sedentario en 12 estudios, sobre la dieta en 6 estudios y se aplicó orientación conductual en al menos 36 pacientes.Entre las intervenciones combinadas con fármacos se identificaron medicamentos como la metformina, orlistat y sibutramina en al menos 10 estudios, pero se observaron efectos adversos en aquellos estudios que utilizaron drogas.

Se logró una reducción de peso en los participantes en periodos de seis o doce meses tras iniciar el tratamiento, y se logró una reducción de peso en intervenciones sobre el estilo de vida de los niños, así como en las experiencias en las que además de consejos sobre el estilo de vida se aplicaron drogas como Orlistat o Sibutiramina.

Las conclusiones del estudio indican que no hay suficientes pruebas para recomendar un tratamiento por sobre otro, pero de demostró que la intervención sobre el estlo de vida, o las intervenciones en las que además se suministran medicamentos consiguen una reducción de peso que es estadística y clínicamente relevante para el control de sobrepeso en los niños y adolescentes. Los investigadores destacan que es «muy importante» evaluar el uso de las drogas cuidadosamente considerando que las drogas antes mencionadas posiblemente causen efectos adversos en los pacientes.

Los investigadores resaltan además que se requieren investigaciones cualitativas que consideren los determinantes psicosociales en los cambios de comportamiento, las estrategias para mejorar la interacción entre la familia y el médico, y programas costo-efectivos para la atención primaria y comunitaria.

Dirigir correspondencia a: Hiltje Oude Luttikhuis, Beatrix Children»s Hospital and Department of Epidemiology, University Medical Center Groningen, PO Box 30.001 (CA80), 9700RB, Groningen, Holanda.