Especialistas en nutrición de distintos países realizaron una investigación para identificar la dieta más efectiva para perder peso. El estudio DIRECT (Dietary Intervention Randomized Controlled Trial), estuvo orientado a determinar la eficacia y el grado de seguridad de tres dietas cuyo objetivo era el de lograr una reducción de peso. Se evaluó una dieta orientada a la reducción en la ingesta de carbohidaratos, sin restricciones calóricas, una dieta enfocada en la reducción de ingesta de grasas y una dieta al estilo mediterráneo.

El estudio  se llevó adelante con la participación de centros de salud en Israel, Alemania y Estados Unidos. Para la ejecución de los planes de asesoría y la aplicación de las dietas se logró la participación de los servicios de cafetería y comidas de los lugares de trabajo de los participantes.

Para este estudio se seleccionaron a 322 personas con edades entre los 40 y 65 años y con un índice de masa corporal (IMC) de 27 o superior, lo cual indica un grado moderado de obesidad, así como también se incluyeron en el estudio  pacientes de diabetes tipo 2, o con coronariopatía. Quedaron fuera de este estudio las mujeres embarazadas o aquellas que amamantaban en el momento del estudio. También se apartaron del estudio a aquellos individuos con concentraciones séricas de 2mg/dL o superiores, así como a aquellos que presentaban disfunción hepática , dificultades gastrointestinales o cáncer.

Se realizó una estratificación según edad, sexo, índice de masa corporal (IMC), presencia de coronariopatía o de diabetes tipo 2, y se evaluó el uso de estatinas. Se dividió a los participantes en tres grupos, el primero debía consumir una dieta con bajo contenido en grasas, el segundo grupo se someterían a una dieta baja en contenidos de carbohidratos y el tercer grupo se vería beneficiado con una dieta mediterránea.

En la cafetería los alimentos eran distribuídos con etiquetas especiales que les indicaban a los participantes del experimento si podían comer determinados tipos de dieta. El primer grupo se enfocó en limitar el consumo de grasas  manteniendo una ingesta de 1500kcal para mujeres y 1800 Kcal para hombres; en esta dieta se permitía solo un máximo de 10% de grasas saturadas. El segundo grupo se sometió a una dieta en la que se limitó el consumo de carbohidratos y se  procuró que los participantes de este estudio mantuviesen  menos de 20 gramos diarios de hidratos de carbono, pero no se establecieron restricciones a la ingesta de calorías, proteínas o grasas. Con la dieta mediterránea se limitó el consumo de carnes rojas.

Se midieron los resultados, tomando en cuenta los tres factores: la cantidad de gramos perdidos, la circunferencia de la cintura y la concentración de lípidos en la sangre. Al finalizar los dos años de evaluación se identificó que aquellos pacientes que siguieron una dieta con restricción de grasas lograron reducir su peso en 2,9 kilos en promedio, los pacientes que siguieron la dieta con restricción de carbohidratos redujeron su peso en 4,7 kilos y aquellos que siguieron una dieta mediterránea consiguieron bajar 4,6kg. Sin embargo, pese a la reducción de peso, no se observaron diferencias significativas entre los grupos al tomar medidas de la circunferencia de la cintura, así como tampoco se identificaron diferencias en los valores de la tensión arterial.

Los pacientes que participaron en el grupo de dieta con restricción de carbohidratos, registraron un mayor incremento en el registro de lipoproteínas de alta densidad (colesterol HDL) con un promedio de 8,4 mg/dL, en la dieta con restricción de grasa alcanzaron niveles de 6,3mg/dL y no se observaron diferencias significativas entre los grupos de estudio al evaluar las concentraciones de lipoproteínas de baja densidad (colesterol LDL).

Se analizaron también datos de 36 pacientes con diabetes,  llegando a la conclusión que aquellos que siguieron una dieta mediterránea alcanzaron cambios más favorables que los otros pacientes con diabetes, logrando mejoras en los valores de glucosa en ayunas y los niveles de insulina.

Los especialistas que desarrollan el estudio concluyen que en el caso de los pacientes adultos de Israel, con grados moderados de obesidad, consiguieron mayor pérdida de peso con una dieta mediterránea,q ue con una dieta con restricción de grasas, además la aplicación de una dieta con restricción de ingesta de hidratos de carbono indujo a pérdidas de peso aún más significativas. Se identificó también que el incremento de lipoproteínas de alta densidad  (colesterol HDL correspondió también a la restricción en la ingesta de carbohidratos.

Los doctores Lawrence J. Cheskin, y Scott Kahan, consideran que a partir de este estudio se pueden originar dos reacciones: por un lado llegar a considerar que la reducción de ingesta de carbohidratos resulta más efectiva que la restricción de grasas  y que «en última instancia, las dietas no sirven, como parecería evidenciarlo la pérdida de unos escaso kilos tras dos años de relativamente intensa intervención dietaria.», al evaluar estas dos opciones, los especialistas concuerdan en que » No compartimos del todo ninguna de esas actitudes».

Los especialistas que realizan esta observación, indican que «lo más valioso de una estrategia de pérdida de peso es que su implementación permita tanto bajar de peso como mantener el nuevo peso corporal alcanzado.»  Además reconocen que de aplicarse una intervención similar del estudio DIRECT en Estados Unidos, con tasas de reducción de 3 y 5 kilos, se lograría que millones de personas consigan «pasar de tener sobrepeso a tener un peso normal, y para una cantidad igualmente respetable implicaría pasar de la obesidad mórbida a la obesidad, o de la obesidad al sobrepeso. Y es más que probable que, bajo la guía de clínicos comprometidos con el mejor estado de salud de sus pacientes, las pérdidas de peso se potenciaran en gran medida».

Para obtener más detalles de estudio aquí presentado, puedem enviar correspondencia a la Dra. I. Shai, S. Daniel Abraham, International Center for Health and Nutrition, Department of Epidemiologyt and Health Systems Evaluation, Ben-Gurion University of the Negev, P.O. Box 653, Beer-Sheva 84105, Israel