El Gobierno ya ha anunciado oficialmente situaciones de sequía en los embalses españoles. La escasez de lluvias provoca pérdidas en la agricultura, la energía hidroeléctrica y el abastecimiento
Disminuyen las precipitaciones en España y la falta de lluvias provoca una situación de sequía que permanecerá en los próximos años. Desde 2014, la falta de agua se está transformando en un problema que afecta a los sectores primarios del país, especialmente a la agricultura que sufre pérdidas en las producciones. Por ejemplo, los cultivos de olivo esperan una caída del 30% este año.
Otra actividad, la caza, también se ve amenazada seriamente. Las organizaciones ecologistas piden a los gobiernos estatales la protección de las especies animales debido a la debilidad en este período de sequía.
La escasez de lluvias también afecta a los embalses disminuyendo drásticamente el nivel de agua. Actualmente, se encuentran en un 38,9% de la capacidad total. Como consecuencia, el verano pasado, fue necesario el uso de camiones con cisternas para abastecer a numerosas ciudades españolas.
La producción energética de las centrales hidroeléctricas también sufrió. En 2017, la falta de agua en los pantanos provocó un descenso del 52% en la producción energética hidroeléctrica.
Entre 2016 y 2017, las lluvias estuvieron un 15% por debajo del promedio histórico (con datos registrados entre 1981 y 2010). El Gobierno de España declaró oficialmente una situación de sequía prolongada entre tres cuencas: Júcar, Segura y Duero.
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Fuentes: Retrato de una España atrapada en la sequía
La sequía se agudiza en España
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