En España, el barco petrolero Prestige se ahondó, vertiendo cerca de 5 mil toneladas de fuel al mar. El trabajo de voluntarios fue fundamental para evitar una catástrofe mayor.
En noviembre, cumplen 15 años de la tragedia del Prestige, un derrame de petróleo ocurrido en Galicia el día 13 de noviembre de 2002. El barco que cargaba 77.000 toneladas de combustible se accidentó en la llamada Costa de la Muerte, en el noroeste de España.
El accidente tiñó de negro la región costera, alcanzando también a Portugal y a Francia. A pesar del trabajo de voluntarios que vinieron de varias partes para retirar el petróleo, una parte del material permaneció en las piedras, la cual todavía se puede ver en el área de Piedra Rubia, en Mougás, Galicia. La zona es frecuentada por pescadores deportivos o personas que van a buscar mariscos.
No hay ningún proyecto en marcha para la limpieza de los restos del accidente, y la contaminación parece permanecer como herencia para las próximas generaciones, como escribe Alejandro Martínez en el diario La Voz de Galicia.
Mayor movilización de voluntarios tras catástrofe ambiental
En el pasado 13 de noviembre, el gallego Xabier Garrido promovió junto a autoridades locales de la ciudad de Guarda un homenaje a todos los voluntarios que participaron de la limpieza de la tragedia del Prestige. El acto se realizó en el monumento a los voluntarios, que llegaron a 300 mil. “Si no llegaran a sacar toda esta gran cantidad de millares de quilos las consecuencias habrían sido catastróficas”, dijo Xabier. Explica que si el combustible derramado se secara habría acabado con los mariscos de la región.
La ONG Greenpeace incluyó a Xabier Garrido en una lista de las personas anónimas que han cambiado el mundo, hecha en el 2014. Fue elegido porque representó la cantidad de voluntarios reunidos para la limpieza de la región, siendo ésta la mayor movilización de personas después de una catástrofe ambiental.
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Fuente: El chapapote persiste 15 años después
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