Los cultivos de soya transgénica ya están causando algunos problemas a los apicultores mexicanos. Un estudio publicado por Scientific Reports indica que la miel obtenida en los campos mexicanos ha sido contaminada con polen proveniente de campos de soya genéticamente modificada, afectando sobre todo a los productores de miel que pretenden comercializar sus productos en Europa, donde existe un estricto control frente a los transgénicos. México es el cuarto productor de miel a nivel global y podría enfrentar millonarias pérdidas.
Se ha identificado que en la región de Yucatán los cultivos de soya son la fuente del polen transgénico que contamina la miel. En teoría las flores autopolinizadoras de los cultivos genéticamente modificados no serían de interés para las abejas, pero las pruebas han demostrado que la Apis mellifera visita los cultivos transgénicos. los investigadores indican que el polen proveniente de campos de soya constituye entre el 8 y el 48% del total de todas las fuentes, lo cual está lejos de los niveles permitidos para la miel que se comercializa como natural.
El gran problema para los productores de miel se presenta al momento de comercializar la miel, pues a los productos contaminados con organismos genéticamente modificados (OGM) se les penaliza con una reducción del 12% del precio de venta, en algunos mercados se reduce el precio mucho más o incluso la carga podría llegar a ser rechazada. Se ha establecido que en este momento el problema afecta al 1% del total de la miel de exportación, pero el problema podría extenderse.
En setiembre del 2011 la Corte de Justicia de la Unión Europea estableció tres condiciones en relación a los productos transgénicos u OGM. Por esta norma, los productos transgénicos deben ser etiquetados para que los consumidores puedan identificar los alimentos que contienen OGM. En el caso de la miel, se considera que si el polen contaminado procede de una fuente aprobada para consumo humano y excede el 0.9% del total, entonces el producto debe ser etiquetado indicando que contiene transgénicos; si el polen no excede el 0.9% entonces puede ser comercializado libremente; pero, si el producto contiene elementos transgénicos que no han sido aprobados para consumo humano, entonces la miel no podría comercializarse en la Unión Europea.
Como ejemplo se puede considerar que un pequeño grano de polen contaminado con transgénicos podría generar el rechazo de un embarque completo de miel hacia Alemania.
Fuente:
Nature
http://www.nature.com/srep/2014/140207/srep04022/full/srep04022.html
Foto CC Andreas
http://www.flickr.com/photos/124330160/