La ciudad de Garulhos, en la región metropolitana de São Paulo, en Brasil, posee nueve Unidades de Conservación (UC) que tratan de preservar recursos naturales y culturales propios de la región compuestos por remanentes de Mata Atlántica y fuentes de agua.
La brasileña Solange Alves Duarte dos Santos realizó una investigación sistematizada de información sobre la gestión de las UCs Municipales en Guarulhos como proyecto final del curso de Especialización en Gestión y Conservación de Espacios Naturales, de FUNIBER.
Con esta pesquisa, Solange logró integrar los estudios a la práctica de la gestión participativa mediante la caracterización de las UCs de su municipio, analizar informaciones sobre la implantación y puesta en práctica, además de evaluar la necesidad de una Política Municipal de Conservación de la Biodiversidad materializada a través de un Sistema Municipal de Conservación.
Según evalúa Solange, “a pesar de que Brasil haya sido el primer país signatario a firmar el Convenio sobre la Biodiversidad y continúe en el liderazgo a nivel internacional, la pérdida de la biodiversidad aquí ha sido enorme y se ha dado en gran medida por la fragmentación de los hábitats, siendo extremadamente grave en la Mata Atlántica. Además, otras causas, tales como sobreexplotación, invasiones biológicas, contaminación, conversión del paisaje en zonas agrícolas se encuentran también entre las causas de la pérdida de la biodiversidad”.
Por lo tanto, el establecimiento de UCs es una estrategia de conservación importante para el mantenimiento de los ecosistemas y la protección de las especies en sus propios hábitats naturales. También podría proporcionar una mejor calidad de vida para personas del lugar, manteniendo zonas verdes y tradiciones culturales, y la limpieza del ecosistema afectado por procesos industriales. Argumentos suficientes para establecer políticas públicas.
Solange concluyó que los estudios sirvieron para tener la certeza de que es necesario combinar la protección con el desarrollo sostenible y la calidad de vida de todos, reduciendo el conflicto latente entre la preservación y la habitación.
“Fue posible llegar a la conclusión con nuestros estudios que, en general, el modelo de ocupación en las áreas protegidas está dado por los bordes, lo que indica que aunque protegida, si no hay un cambio en el modelo de ocupación que da prioridad a la propiedad privada en lugar del bien común y de la función social de la propiedad, la expansión urbana podrá crecer aún más”, señala Solange.
Para asegurar la conservación es necesario preocuparse por las políticas de habitación que reorganicen el espacio y el uso de la tierra, alineando el uso y la protección de los recursos.
Pero hay esperanzas. De acuerdo con estudios comparativos, el crecimiento de la población en las 2 últimas décadas disminuyó, en especial en los barrios donde se localizan las UCs municipales, revelando una probable eficacia de las unidades de conservación en el local.
El trabajo, titulado “As Unidades de Conservação em Guarulhos, SP: Gestão Territorial dos Espaços Naturais Protegidos”, tuvo orientación de la doctora Mirian Fialho y ha sido aprobada en 2012.