En los países más desarrollados las personas renuevan sus celulares cada 18 meses. En Estados Unidos decenas de millones de celulares se venden cada año y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) informa que menos del 10% de celulares son reciclados y solo el 25% de la basura electrónica es reciclada tras su recuperación en vertederos. Todo esto configura un enorme problema ambiental, porque Los celulares y otros dispositivos electrónicos contienen metales y químicos que pueden resultar tóxicos tanto para los hombres como para los animales. Si se desea construir un mundo más limpio, se requiere establecer mecanismos para mejorar la efectividad del reciclaje de celulares.

De acuerdo a la EPA, en el 2009 se eliminaron 129 millones de celulares en Estados Unidos, pero solo se recuperó para su reciclaje el 8%. Los desechos electrónicos hasta en un 80% de los casos se «exportan» hacia países en vías de desarrollo, donde las leyes no son estrictas acerca del tratamiento de desechos.

Al parecer los ciudadanos de países desarrollados todavía no consideran el daño ecológico que causan al arrojar sus celulares a la basura. Pero hay esperanza, un estudio desarrollado por la empresa ABI Research indica que los usuarios de celulares estarían dispuestos a participar en programas de reciclaje si se les ofreciera algún tipo de recompensa. El operador Sprint en Estados Undos desarrolló un programa de reciclaje, pero solo consiguió reunir el 30% de equipos, cuando el objetivo era reciclar el 90% de equipos.