Un panel de 27 expertos ha trabajado en un informe para la ONU en el que se concluye que, en las próximas décadas, podríamos enfrentar una masiva extinción de especies marinas si no modificamos nuestros hábitos de consumo. De acuerdo a los especialistas estamos contaminando los océanos con las enormes cantidades de CO2 que vertimos en la atmósfera, con los residuos de fertilizantes y venenos que se utilizan en agricultura y se filtran en los ríos, y partículas de plástico que contienen sustancias químicas tóxicas.

Continente de plástico
El plástico es tal vez el problema más visible. Existe en el océano un bloque de desechos de plástico tan grande que se le ha llamado el «continente de plástico» que flota en aguas del Océano Pacífico. Se debe tener en cuenta que ciertos químicos tóxicos se adhieren a las bolsas y botellas de plástico que circulan en los ríos hasta llegar a los océanos, una vez allí se desintegran lentamente y esas partículas contaminadas son ingeridas por miles de peces (que probablemente terminarán en su mesa). Por otro lado aves, tortugas y otros animales ingieren trozos de plástico y mueren porque sus estómagos no pueden digerirlos.

Pero el continente de plástico es solo la parte visible del problema, hay toneladas de plástico que no flotan y quedan atrapadas en las profundidades del océano.

Alimentando al asesino
Uno de los grandes problemas que enfrentan los océanos son las «zonas muertas«, se trata de grandes extensiones donde hay una ausencia de oxígeno (apoxia) o su presencia es mínima (hipoxia). Las zonas muertas surgen en muchos casos porque los fertilizantes utilizados en la agricultura se filtan en los ríos, estos fertilizantes llegan al mar y allí estimulan un explosivo crecimiento de algas; más tarde, cuando las algas mueren las algas son descompuestas por enormes cantidades de bacterias que consumen el oxígeno del agua y en dichas zonas la vida es imposible.

No solo la falta de oxígeno crea zonas en las que no puede sobrevivir ningún animal, se contaminan grandes extensiones del océano con los químicos que contienen los ríos y los derrames de petróleo que cubren cientos de kilómetros.

En el pasado se han producido extinciones masivas y los investigadores han identificado tres factores que fueron comunes en todos los procesos de extinción: el calentamiento de los océanos, la acidificación y un aumento en la hipoxia (bajo nivel de oxígeno) o apoxia (falta de oxígeno) en los océanos. Los tres factores se pueden observar en este momento en distintas partes del planeta.

El estudio será presentado en los próximos días en una cumbre sobre manejo de océanos en la sede de Naciones Unidas en Nueva York. El Dr Alex Rogers, profesor de conservación en la Universidad de Oxford, dijo a la BBC «Los resultados de nuestros estudios son consternadores. Al considerar el efecto acumulativo de lo que la humanidad está haciendo a los océanos vimos que las implicaciones eran mucho peores de lo que pensábamos». Este especialista considera además que debemos establecer medidas inmediatas para revertir la situación: «»Tenemos una opción muy simple. O actuamos muy, muy rápido o enfrentaremos vivir en un planeta muy diferente a aquel en el que evolucionó la humanidad».

A los problemas antes mencionados el Dr Rogers suma la sobrepesca, práctica que ha acabado en algunos casos con el 90 por ciento de algunas especies. una nota reciente en El País, indica que los océanos están «al límite» por la excesiva pesca.

Rogers sugiere que se establezcan áreas marinas protegidas, se deben lanzar medidas para reducir las emisiones de CO2, llevar la pesca a niveles sostenibles. Pero no solo se trata de políticas, el científico indica que podemos ayudar cambiando algunos hábitos como utilizar menos electricidad, elegir el tipo de pescado que comemos y hacer saber al gobierno que este tema le preocupa a los ciudadanos.

Notas relacionadas:
El continente de plástico
http://blogs.funiber.org/medio-ambiente/2010/08/02/continente-de-plastico/

Zonas muertas en Golfo de México
http://blogs.funiber.org/medio-ambiente/2010/10/03/crece-preocupacion-por-zonas-muertas-en-el-golfo-de-mexico/