cattle-by-barryskeatesHasta ahora se consideraba que la actividad industrial y el uso de combustibles fósiles, y sobre todo la quema de carbón eran las principales fuentes de gases de efecto invernadero (GEI), pero recientemente los especialistas Robert Goodland y Jeff Anhang realizaron una revisión de las cifras publicadas en el informe de la FAO «la larga sombra del ganado» (publicada en el 2006) y han señalado que la crianza de animales para consumo humano, sobre todo la crianza de animales para consumo humano  podría ser la causa del 51% de emisiones de GEI en nuestro planeta.

El nuevo estudio señala que el informe de la FAO toma en cuenta estadísticas del 2002, y entre el 2002 y el 2009 se incrementó la producción carne en 12%, lo cual indicaría que se incrementaron las emisiones de GEI en la misma proporción. Adicionalmente el informe de Goosland señala que un error en el cálculo de cabezas de ganado contabilizadas, porque el informe «La larga sombra del ganado» reconoce una producción de 21.7 mil millones de cabezas de ganado a nivel mundial, mientras que muchas organizacione no gubernamentales reconocen una producción de 50 mil millones de cabezas de ganado; de igual forma, la información relacionada a la producción de carne es deficiente, porque el informe de la FAO indica que se produjeron 33 millones de toneladas de carne, mientras que el reporte Food Outlook del 2003 (también elaborado por la FAO) reconoce una producción de 72.9 millones de toneladas de carne durante el 2002.

El nuevo informe asegura que el reporte de la FAO ha incurrido en una serie de errores en sus cálculos, porque toman como muestra la industria ganadera de Minessota, pero de acuerdo a los autores del nuevo estudio «Las operaciones de la industria ganadera de Minessota son mucho más eficientes que las operaciones realizadas en empresas ganaderas de países en vías de desarrollo, que son regiones donde la industria ganadera está creciendo rápidamente».

El informe considera que hay ciertos factores que deberían ser tomados en cuenta al momento de evaluar el volumen de GEI producidos por la cría de ganado. Los aspectos más relevantes son:

Respiración del ganado

Goodland considera que el CO2 exhalado por el ganado debe ser considerado una fuente de origen humano de GEI. El especialista afirma que la cantidad de CO2 emitido por animales y el CO2 absorvido por plantas guardaba cierto equilibrio hasta que se inició la producción masiva de ganado. Después de la era industrial, se ha incrementado la cantidad de ganado que exhala CO2 y se han talado muchas hectáreas de bosque para crear zonas de pastoreo. De acuerdo con un informe del físico Alan Calverd, de Inglaterra, la respiración de animales criados para consumo humano representaría el 21% de GEI de origen antropogénico generado a nivel mundial. Pero este informe no tiene en cuenta las nuevas fuentes de GEI que considera Goodland, por ello el autor del estudio realiza un nuevo cálculo incluyendo el aporte de Calverd y el resultado obtenido indica que la respiración del ganado contaría como el 13.7% de GEI del total. Este factor, dice Goodland, debería ser tomado en cuenta en las negociaciones de cualquier acuerdo similar al Protocolo de Kyoto para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Tierra, cultivos y bosques

Se debe considerar que para la crianza de ganado en muchas zonas se reemplazan muchas hectáreas de bosques por pasto para la crianza de animales. Goodland indica que el almacenamiento de CO2 en una hectárea de árboles es de 200 toneladas, mientras que la misma superficie de pasto solo captura 8 toneladas.

Los granos utilizados para alimentar al ganado podría ser utilizado para alimentar humanos o transformarlos en biocombustibles. Si se utilizan los granos como biocombustibles se podría lograr reemplazar la mitad de las 3,340 millones de toneladas de CO2 que se producen por el uso de carbón, una cantidad que equivale al 8% del total de emisiones de gases de efecto invernadero.

Metano contaminante

De acuerdo a la FAO el metano proveniente de la cría de ganado corresponde al 37% del total del Metano producido por los humanos. Se debe considerar que el metano puede permanecer en la atmósfera alrededor de 8 años, en comparación a 100 años del CO2, por tanto el informe sugiere que una reducción en la cría de ganado produciría una rápida caída en la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera.Se debe considerar además que el Metano tiene un potencial de calentamiento global (GWP por sus siglas en inglés) equivalente a 25 según la FAO, mientras que el CO2 tiene un factor equivalente a 1. En este punto Goodland considera que, debido al enorme impacto del Metano, debería realizarse los cálculos en función del impacto en 20 años y no en un rango de 100 años, porque plantear un escenario tan amplio no permite medir las consecuencias acumuladas década tras década en un clima tan cambiante como el actual. Por ello el especialista apunta que el metano debería tener un GWP de 72 en un escenario de 20 años, y con esta nueva consideración el ganado sería responsable por la producción de 7416 millones de toneladas de CO2, lo que equivale a un 11.6% del total de gases de efecto invernadero.

El informe publicado en el World Watch Institute señala que el estudio de la FAO no ha tomado en cuenta todos los residuos resultantes de la comercialización de carne como parte de todo el ciclo de producción. Sustancias como los fluorocarbonos, gases emitidos por la cocción de la carne, la eliminación de grasa, eliminación de huesos en incineradores, los contaminantes utilizados en el aprovechamiento del cuero, la eliminación de los empaques utilizados para transportar la carne, son parte de los desechos que involucra la producción de carne y no han sido tomados en cuenta.

Un artículo publicado en la revista Scientific American indica que, teniendo en cuenta el informe «la larga sombra del ganado» editado por la FAO, la producción de carne «contribuye 13 veces más a la producción de gases que generan el calentamiento global, en comparación con la producción de pollos. Si se desea calcular en comparación con la producción de papas considere multiplicar la cifra por 57». Las cifras serían mucho mayores teniendo en cuenta el informe presentado por Goodland.

Acciones de mitigación

El investigador indica que desde que se inició el estudio de los efectos de los gases de efecto invernadero los avances en el desarrollo de fuentes de energía renovables han sido modestas, y por tanto sería muy difícil lograr un desarrollo en esta área. La opción más viable, de acuerdo a Goodland, es reemplazar la carne, a nivel mundial, por alimentos que tengan una menor huella de carbono. Goodland señala «tomar acción para reemplazar los productos derivados del ganado no solo permitiría una rápida reducción de los GEI de la atmósfera, también contribuiría a reducir las crisis de falta de alimentos y agua a nivel mundial».

Goodland recomienda reducir en 25% la producción de ganado hasta el 2017, para lograr una reducción de 12,5% de GEI. Esta reducción se podría lograr gracias a incentivos del gobierno, pero también hace falta un enorme esfuerzo de marketing y promoción de productos alternativos a la carne. Se debe resaltar los beneficios para la salud que proporcionan estos productos y procurar lugares preferenciales de estos productos en los supermercados para ayudar en su difusión.

Goodland considera que es necesario realizar esfuerzos para lograr reducir el consumo de carne porque proyectos para reemplazar la carne podrían ofrecer resultados más rápidos y económicos que aquellos en los que se intenta desarrollar nuevas fuentes de energía renovable. Además se lograría reducir la escasez de alimentos y agua que afectan al planeta.

Fuente

Informe del World Watch Institute:

http://www.worldwatch.org/node/6294